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Orlando Alonso, optimista sobre la posibilidad de hacerse con nuevos pedidos

El director general de Windar Renovables, una compañía participada por el Grupo Daniel Alonso y Gamesa, habla con optimismo de la posibilidad de conseguir a corto plazo nuevos contratos para la construcción de aerogeneradores marinos como el que ahora mismo tiene ocupada a parte de la plantilla de la empresa para servir a Iberdrola 29 "jackets" (las estructuras sobre las que se asientan los aerogeneradores en alta mar). Sin querer echar las campanas al vuelo, Alonso admite que se dan buenas condiciones para optar a más carga de trabajo. En este sentido, los próximos meses serán esclarecedores sobre las opciones reales de las empresas españolas suministradoras de los ingenios eólicos marinos.

En el caso del contrato para el parque eólico marino Wikinger, impulsado por Iberdrola en la costa de Alemania, Windar Renovables se alió con Navantia, heredera de las actividad de los astilleros coruñeses de Fene y ahora empeñada en diversificar su actividad más allá de la construcción naval. La posibilidad de aprovechar los grandes espacios que han quedado infrautilizados en los astilleros del norte de España para construir las grandes estructuras metálicas que requieren los parque eólicos marinos ha generado grandes expectativas y la ilusión de conseguir, gracias a alianzas llamadas a consolidarse como la de Windar y Navantia, la apertura de nuevas líneas de negocio.

Sólo un contrato como el del parque eólico Wikinger implica unos ingresos de 90 millones de euros, la ocupación de unos 450 empleados y una carga de trabajo de más de 640.000 horas. No es de extrañar el interés existente en que España sepa jugar sus cartas en un mercado tan jugoso.

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