De su varita mágica salieron, hace ya veinte años, las jornadas del cómic de Avilés, y desde entonces no han dejado de brotar prodigios, el último de ellos en forma de festival del género fantástico que desde su primera edicción traspasó fronteras. Jorge Iván Argiz, un amante confeso de las buenas historias, salta con comodidad del cómic al cine y a la literatura, y lleva dos décadas consiguiendo que el nombre de Avilés sea muy querido por artistas y creadores del más diverso pelaje.

Confiesa Argiz que nunca pensó poder hacer de su pasión su modo de vida. "Me sigue sorprendiendo poder dedicarme a esto", confiesa. Todo comenzó por casualidad, en reuniones con personas aficionadas a los mismos temas, en conversaciones de librería y de café. "Empezamos con un fancine, un programa de radio? que nos daban la oportunidad de compartir con otros tu amor por esto". Cuando llegó a la pregunta de "¿Y por qué nadie hace esto?" se contestó con un "¿Y por qué no yo?". Y así, "en un momento en esas conversaciones de enajeación mental o de locura", nacieron las jornadas del cómic. "En aquella época Andrea Parisi y Ángel de la Calle se sumaron a la idea y así empezaron las jornadas que luego dieron paso a que empezara a trabajar en la Semana Negra de Gijón y a que montara una editorial de cómic, la primera que se hacía desde la periferia, Dude Comic, premio emprendedor del año de la Cámara de Comercio".

El año 1995 fue, pues, el momento del despegue. "El dinero y el sueldo no están nunca en la balanza en las jornadas del cómic. Fueron las ganas de hacer cosas de forma diferente, y de iniciar un camino". Argiz tenía entonces 19 años, y los métodos de trabajo eran muy distintos. "El entusiasmo suplía el desconocimiento, chapurreabas inglés y te buscabas la vida para hacerte entendible, utilizando el servicio internacional de telefónica constantemente. A veces me pregunto cómo era posible sin tener email ni nada".

Aquella primera edición, que este promotor cultural tiene marcada a fuego, le permitió conocer a uno de sus autores más admirados, George Pérez. "Y todo lo que podía salir bien, salió bien; tiramos la moneda al aire un montón de veces y siempre salió cara". La cita con las viñetas, que acaba de concluir este año, lleva 20 sin tregua, gracias a la "cabezonería" de sus autores. "Son 20 años de una apuesta muy firme, tendría que ser algo de salud para no hacerlo. He tenido ofertas de trabajo que me hubieran incapacitado para organizar las jornadas y no las he aceptado", asegura Argiz.

El siguiente proyecto fue el certamen de cortometrajes. "Disfruté mucho de las once ediciones que hicimos", afirma. Gracias a este festival, ahora derivado hacia una vertiente más educativa, Avilés supo por primera vez lo que era tener la alfombra roja, con actores como Esteban Crespo, Adriana Ugarte, Pilar y Carlos Bardem, Sancho Gracia, Fernando Guillén Cuervo, Daniel Monzón, Fernández Armero?

El hijo más joven de Argiz se llama Celsius 232. "Llevaba dándole vueltas muchos años en la cabeza, y el detonante fue la posibilidad de tener a George R. R. Martin", el autor de "Juego de Tronos". El resto ya estaba organizado en su cabeza desde hacía tiempo, una especie de jornadas del cómic volcadas hacia todos los medios de ciencia ficción, fantasía y terror, que mantuviera el espíritu de cercanía y proximidad entre asistentes, invitados y público, en el centro de la ciudad.

El éxito es evidente. Con solo cuatro ediciones ya es uno de los festivales de mayor reconocimiento en el panorama europeo, y acude gente de todos los puntos de España. El riesgo inicial de que Martin monopolizara en exceso la cita quedó pronto resuelto con la llegada de otros primeras espada, como Patrick Rothfuss. "Y lo abrimos a otros campos como videojuegos, televisión, literatura, hemos salpicado cine, cómic, ilustración?" Con la cita del Celsius ya está confirmada para el próximo año, y también algunos de los invitados. "Tenemos muchas ganas de seguir y de que la gente venga a Avilés. Una ciudad, más que lo que hay en ella, muchas veces es lo que pasa en ella".

El festival es, además, idóneo para tiempos de vacas flacas. Los invitados no cobran nada. "Les ofreces otra cosa que es un intangible: un espíritu disinto, que vivan una ciudad, compartan espacio con autores y fans. A veces es complicado explicarlo por teléfono y sobre todo el primer año. Luego se van contando y casi se te ponen a tiro ellos". Por eso Argiz defiende que las actividades sigan celebrándose en el centro de la ciudad, y no en el Niemeyer. "Para el concepto del Celsius es muy importante estar en el corazón de la ciudad, aunque no tendríamos ningún problema en hacer alguna actividad en el Niemeyer".

Argiz está involucrado en otros proyectos fuera de Avilés. Lleva ya cuatro ediciones como responsable de la programación del Festival de Cine de Gijón, y aunque la entrada fue "convulsa por motivos ajenos al equipo entrante" (el cese de los anteriores responsables no agradó a gran parte de los aficionados), las aguas ya están volviendo a su cauce. "Me hace muy feliz organizar este tipo de actividades que me permiten rodearme de las cosas que me gustan. Estamos haciendo un buen trabajo, el mejor del que somos capaces, es un lujo y un privilegio encargarme de la programación de un festival internacional así".

También mantiene viva Argiz la actividad editorial, no ya con Dude Comics, sino que trabaja con Dolmen. Leer es uno de sus trabajos. Actualmente tiene entre manos "La chica mecánica" de Paolo Bacigalupi, uno de los autores confirmados para el próximo Celsius. "Lo recomiendo, tiene una altísima calidad literaria y es tremendamente entretenido".

Pero no sólo de literatura y cine vive Argiz. También está el fútbol. "Mi principal hobby es el Sporting de Gijón. Por encima de todo soy sportinguista. El tiempo libre que tengo lo dedico a escaparme a ver los partidos del Sporting". Y esta afición, confiesa, suele resultar extraña: "A la gente le sorprende que a los frikis nos guste el deporte. Pero el fútbol tiene todavía el sentimiento de la épica, de superarse a sí mismo, de superar límites y barreras. Me gusta el deporte". Y respecto a la definición de friki, tampoco tiene problemas con ella. "Convivo con ella desde siempre. De hecho ahora es más friki el que nosabe qué es 'Juego de Tronos' que el que lo sabe. Hemos pasado de ser una minoría ruidosa a una mayoría no tan silenciosa".