Dos iniciativas innovadoras intentarán paliar la histórica relegación de Avilés en el ámbito de la educación internacional respecto a los otros grandes concejos asturianos. Por un lado, la Universidad de Oviedo acaba de diseñar un ambicioso plan para atraer a la ciudad a los primeros alumnos con una beca del programa europeo "Erasmus", con el objetivo de que realicen prácticas en el Hospital San Agustín. Y, por otro, el Ayuntamiento está dando los primeros pasos para desarrollar una estrategia encaminada a convertir el municipio en un referente del aprendizaje del idioma español para extranjeros, mediante la articulación de una red de profesores nativos. Ambos proyectos se encuentran en una fase inicial, pero ya están sobre la mesa a la espera de contar con los necesarios cauces de financiación en 2016.
El plan elaborado por la Universidad está más avanzado y sus impulsores pretenden ponerlo en marcha el próximo curso. La iniciativa consiste en que varios alumnos con beca "erasmus" de la titulación de Enfermería compaginen sus clases teóricas con prácticas en el Hospital San Agustín, aprovechando que el complejo acoge desde hace unos meses a los primeros estudiantes españoles de la rama de Ciencias de la Salud. De esta forma, no sólo se favorecería un intercambio de conocimiento en el centro sanitario sino que también se reforzaría su visibilidad internacional.
Para captar a estos "erasmus", la Universidad, a través de su Centro de Servicios de la calle de La Ferrería, tiene previsto firmar varios convenios con otras instituciones académicas extranjeras a lo largo de los próximos meses (las conversaciones están ya bastante avanzadas con algunos campus escoceses e italianos) y ha solicitado el apoyo del Ayuntamiento para habilitar un espacio municipal que sirva de alojamiento a los jóvenes durante su estancia en la ciudad. El gobierno local ve con buenos ojos la idea y ya ha empezado a buscar estancias que cumplan con los requisitos.
Al margen del número de "erasmus" que residirían cada año en Avilés, una cifra que aún está por concretar, el proyecto universitario tiene un fuerte valor simbólico, ya que permitiría a la ciudad contar con sus primeros alumnos extranjeros de una titulación de Educación Superior y, por lo tanto, incluir su nombre en los circuitos académicos internacionales, a pesar de no contar con un campus. Además, estos estudiantes podrían significar un revulsivo para otros sectores, como el hostelero o el hotelero, por la capacidad de atracción que tendrían sobre sus compañeros y familiares.
Mucho más verde está el proyecto que prepara el Ayuntamiento para convertir a la ciudad en un referente de la enseñanza del español para extranjeros, incluido vagamente en el programa electoral que llevó a Mariví Monteserín a la Alcaldía el pasado mes de mayo. La regidora está especialmente ilusionada con esta estrategia y ya se ha puesto en contacto con varios representantes de los sectores privado y educativo para explicarles que su intención es crear una red local de profesores que estén dispuestos a impartir clases a alumnos de cualquier edad, que se alojarían en el municipio por un tiempo para aprender la lengua de Cervantes.
Este proyecto, inédito en España, tomaría como ejemplo la experiencia de varias ciudades del sur del Reino Unido (como Bristol o Southampton), convertidas en grandes polos de atracción de estudiantes de inglés, hasta el punto de que los foráneos suponen en ellas una importante población flotante, con los consecuentes beneficios para la economía local.
Buena parte de la financiación de este programa correría a cargo de las arcas municipales, por lo que el PSOE debería encontrar el apoyo de otros grupos para sacarlo adelante. No obstante, Monteserín pretende implicar en el proyecto a actores del sector privado y a otras administraciones. Para ello, sería preciso articular su funcionamiento a través de una entidad que no fuera exclusivamente municipal, como una fundación.
Tanto esta estrategia como la elaborada por la Universidad, al margen de sus posibilidades de desarrollo, ponen de manifiesto que existe en la ciudad el deseo de dar un salto cualitativo en materia educativa como factor de desarrollo de cara al futuro, descartado cualquier centro universitario. Un modelo de crecimiento novedoso y que ya se ensaya con éxito en otros lugares de Europa.