La fuente del parque del muelle de Avilés ha amanecido con el agua teñida de rojo para condenar el asesinato de Ascensión Amores, vecina del número 11 de la calle Ramón y Cajal, en el barrio del Carbayedo, que falleció por los golpes que le propinó supuestamente en la cabeza su marido, el pastelero avilesino Julio Pardo, de 45 años.

La avilesina Ascensión Amores es la octava víctima mortal por violencia machista de este año, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. En los primeros días de enero ya han muerto tantas mujeres como en los tres primeros meses del año pasado.

Avilés se ha despertado hoy, día de luto oficial, conmocionada por la cara más brutal y sangrienta de la violencia machista.