Ocho de cada diez pisos construidos antes del año 2000 en Avilés carecen de medidas de seguridad para detectar y extinguir los incendios, según Ángeles Martínez Fernández, abogada e integrante del Colegio de Administradores de Fincas de Asturias. "La mayoría de garajes y de construcciones nuevas están protegidas pero las viviendas antiguas carecen de bocas de incendio e incluso de extintores, dos de las medidas de seguridad más básicas", precisa la experta. Y agrega que "casi ninguna comunidad tiene planes de evacuación y muy pocas, por no decir ninguna, adopta medidas de seguridad como que las puertas de los portales abran hacia afuera en vez de hacia adentro". "Aunque es una obra sencilla y relativamente económica hay vecinos que no se la pueden permitir", remata.
Sus palabras avalan el trabajo que desarrollan habitualmente los bomberos del parque de Avilés: la mayoría de las salidas por incendios urbanos son a barrios con "viviendas humildes" construidas mayoritariamente de mediados de la década de los cincuenta en adelante, aunque ningún año es igual que otro. La Carriona, La Magdalena, El Reblinco, Versalles, el casco histórico de Avilés y La Luz son las zonas que registran incendios de mayor magnitud en viviendas. En La Luz, sin ir más lejos, dos incendios asolaron la pasada semana sendos pisos de las calles Pizarro y Sebastián Elcano de madrugada, con cuatro horas de diferencia. El foco de ambos fuegos estaba, de acuerdo a las primeras hipótesis, en el salón.
Según los datos recogidos por la asociación Tecnifuego-Aespi, durante el año 2015 las muertes por incendios en el interior de viviendas alcanzaron las 112 víctimas en España. De acuerdo a su informe, las personas mayores de 65 años siguen siendo las más vulnerables, los incendios más dañinos se producen de madrugada y dos de cada tres muertos por este tipo de accidentes no fueron por el fuego, sino por inhalación de humos. Precisamente la extracción de humos es para los bomberos del parque de Avilés una de las tareas más complicadas cuando intervienen en edificios antiguos por deficiencias en los sistemas de ventilación.
El último estudio de la asociación de técnicos de bomberos señala que las causas más habituales de incendio en los hogares son los aparatos productores de calor (responsables del 21 por ciento de los siniestros), el fuego directo, ya sea producido por chimeneas, velas o cigarrillos y los fallos eléctricos.
"Está demostrado que la concienciación es clave para asumir medidas en el día a día que eviten los incendios en vivienda. Poco a poco, determinados municipios y comunidades de vecinos emprenden acciones en este sentido. Algunos ayuntamientos han acometido campañas de instalación gratuita de detectores en el hogar de personas en riesgo (mayores de 70 años que viven solos) y en algunas comunidades de vecinos se hacen al menos una vez al año campañas de prevención de incendios, incluyendo simulacros de incendio y evacuación", manifiestan desde la asociación española de sociedades de protección contra incendios.
Instan, no obstante, a la Administración a legislar la instalación de medidas de seguridad contra incendios en el interior de las viviendas.