Cristina Blanco Rodríguez, del Pozón, y Gabriel Cardín Cozar, del centro de Avilés, son los novios de mayo o, lo que es lo mismo, la pareja que este año protagonizará el "rito del beso", una actividad enmarcada en las fiestas del Puchero de Villalegre que cada año congrega a decenas de seguidores en la ermita de La Luz, especialmente si las condiciones meteorológicas acompañan. Blanco y Cardín, ambos con los veintiocho años a la vista, cumplirán a mediados del mes que viene con esta tradición asociada a la fertilidad, que este año, como los precedentes, se tambaleó por falta de parejas dispuestas a participar.
Ambos cumplen los requisitos necesarios para romper el puchero y darse tantos arrumacos como pedazos de barro quebrado. Aunque, eso sí, no tienen planes de boda. De momento, su unión se hará oficial ante la patrona de Avilés, pero sin alianzas de por medio. "Llevamos juntos tres años. Nos conocimos en mi trabajo, una cafetería de Villalegre a donde él iba con frecuencia a jugar partidas de futbolín. Así empezó todo y hasta hoy", manifiesta Cristina Blanco Rodríguez.
La pareja, que lleva dos años conviviendo en un piso en la calle La Cámara, decidió participar en el "rito del beso" por la insistencia de los organizadores. "No tenían novios y, como trabajo en la cafetería, conozco a bastante gente de la asociación de vecinos, que me convenció para meterme en esto. Además, conozco bastante bien la fiesta porque el Pozón está a pocos pasos de Villalegre. Mi novio es un bendito y no puso pegas", confiesa.
Plusmarca de achuchones
El tradicional rito de la fertilidad nació hace más de doscientos años y se festeja desde la década de los ochenta del pasado siglo a los pies de la ermita. La fiesta comenzará, como manda la tradición, con una misa de campaña y procesión. Acto seguido, en las inmediaciones de un crucero de piedra, la pareja deberá probar "llechi presa" de un cuenco -similar a la cuajada-, a cucharadas. Luego, Cardín será el encargado de romper el tarro contra una de las esquinas de la escultura.
Si le pone ganas, Cardín besará a su amada y mucho. Están permitidos ósculos de todo tipo: de rosca, tornillo, morreo, picos y hasta de película. El año pasado Marcos Infiesto y Beatriz Fernández se regalaron 130 besos, la nueva marca a batir. Así que de seguir batiendo plusmarcas en La Luz habrá este año un empacho de achuchones. "Nos da un poco de vergüenza porque ese día vamos a ser el centro de atención, pero no estamos nerviosos. Tal vez cuando se vaya acercando la fecha la cosa cambie", manifiesta Blanco. Ninguno de los dos le ha dado la buena nueva a sus familias. "¡Se van a enterar por LA NUEVA ESPAÑA!", exclama la joven novia, que se vestirá de asturiana para cumplir con una de las fiestas más emblemáticas de la comarca avilesina.