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Dos barcos pesqueros de cada puerto podrán realizar travesías para turistas

Los excursionistas presenciarán en alta mar las capturas y comerán en restaurantes lo pescado, según una norma que ultima el Principado

Dos hombres observan la llegada de un pesquero al puerto de Avilés. RICARDO SOLÍS

La escasez de sardinas, calamares o pulpos en aguas asturianas podría suplirse con una buena costera de turistas. Con este objetivo trabaja el Gobierno regional, pendiente de que el Ministerio de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca emita un Real Decreto que regule el uso de los barcos pesqueros con fines de ocio. "Ese Real Decreto, cuya publicación es inminente, es el paraguas bajo el que nos cobijaremos los beneficiados. Luego, a nivel regional, regularemos lo necesario para diferenciarnos del resto de comunidades que ofrezcan el mismo servicio", explica el director general de Pesca, Alberto Vizcaíno. Considera que si bien el uso de barcos pesqueros con fines turísticos "no es la panacea" para el sector, al menos "dos o tres embarcaciones de cada puerto" podrían llenar sus bodegas con visitantes.

La flota ya mostró hace un año su disposición a emprender la aventura en esta novedosa actividad, pero hasta ahora chocaba de frente con la Administración, que le exigía cumplir ciertos trámites burocráticos que encarecían los viajes. "El Real Decreto sentará las bases y nosotros regularemos la actividad teniendo en cuenta que estamos en el Cantábrico, donde hay pocos días de mar bella que permiten salir a pasear. Se tiene que dar la condición también de que al patrón le guste el trato directo con los turistas, que la tripulación participe y que los barcos cumplan ciertas condiciones de habitabilidad como eslora suficiente o un aseo a bordo", manifiesta Alberto Vizcaíno.

La intención del Gobierno regional -a diferencia de lo que ya se hace en otras comunidades y países como, por ejemplo, Italia, donde los turistas salen a alta mar con aparejos falsos- es que los barcos que lleven turistas se dediquen durante esas jornadas exclusivamente a los navegantes por ocio. "No queremos meter a la gente en barcos que estén faenando porque puede traer muchos problemas y, en cierta manera, puede ser hasta peligroso", destaca Vizcaíno, que precisa que cuenta con el acuerdo del sector. Y agrega al respeto: "Nuestra intención es que el servicio sea turístico y que las embarcaciones lleven a los visitantes a ver y fotografiar cómo pescan otros barcos".

No solo eso. El proyecto que está perfilando el Principado pasa por que los turistas, una vez en puerto, puedan elegir dónde comer la merluza, los percebes o el pulpo que horas antes comprobaron como se pescaba en alta mar. Con esta iniciativa se apoyaría al mismo tiempo al sector pesquero y hostelero asturiano.

Ésta no es la primera vez que el Gobierno regional lanza la red a los armadores asturianos dispuestos a dedicar ciertos días al año sus buques a fines turísticos. "Las exigencias del Ministerio de Fomento se han dulcificado y nosotros estamos dispuestos a dar ayudas de todo tipo, incluso económicas, a los interesados", precisó Vizcaíno hace ya un año. El director general de Pesca aseguró entonces que en el marco del proyecto Sagital (Servicios de adaptación para la gestión de iniciativas turístico-pesqueras en áreas litorales) ya propuso la posibilidad de que los armadores interesados pudieran sacar a turistas a ver cómo pescan otros profesionales en alta mar, un plan que se complementaría con visitas a la lonja y menús a base de pescado recién capturado.

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