Miranda ha sido, durante los últimos cinco años, la principal área de expansión de las viviendas unifamiliares en el concejo. Según los datos de licencias municipales, esta parroquia acogió la construcción de hasta doce viviendas de nueva planta, además de una reforma para ampliación de vivienda unifamiliar y dos rehabilitaciones. Y, según los vecinos, las cifras fueron muy superiores en el lustro anterior, sobre todo antes de la llegada de la crisis.
En todo Avilés se construyeron desde 2011 medio centenar de viviendas unifamiliares. Esto es, más de una quinta parte se concentraron en Miranda. El siguiente núcleo con más actividad constructiva vinculada a la promoción particular es el de La Luz-La Magdalena, donde se edificaron nueve casas, se reformó otra y una última se reformó y amplió.
Otro núcleo también destacado en el aumento de viviendas unifamiliares es el de San Cristóbal, con siete nuevas casas y dos reformas, una de ellas ligada además a una ampliación. Son estos los tres núcleos donde los constructores que se dedican a este tipo de vivienda han continuado la actividad durante todos los años de la crisis, aunque a menor ritmo, aseguran. Según fuentes del sector consultadas, la mayor parte de estas pequeñas empresas combinan la edificación con pequeñas intervenciones de mejora de las viviendas, especialmente reformas de baños y de cocinas.
El recuento de casas de nueva planta en el concejo finaliza con la actividad registrada en Villalegre, Valliniello y el centro del municipio. En Villalegre hubo tres casas nuevas, se reformaron tres y se rehabilitaron otras dos. En Valliniello se construyeron dos y se reformaron otras dos y finalmente en el centro de la ciudad se edificaron cuatro.
La alta densidad del territorio municipal, que deja pocas áreas de expansión para este tipo de vivienda, unido a las restricciones que marca el Plan General de Ordenación Urbana, hacen que los suelos donde se pueda construir sean muy escasos y mantengan altos precios pese al descenso de demanda. Es difícil encontrar una finca edificable por debajo de los 100.000 euros, lo que hace que se disparen los costes finales.
Esto conlleva que los núcleos de otros concejos que están bien comunicados con Avilés y que tienen mayor oferta de parcelas hayan crecido a un gran ritmo. Es el caso de Molleda, en Corvera, con 15 casas de nueva construcción. Este mismo año 2016 se han solicitado cuatro licencias para vivienda unifamiliar. Es, notablemente, el principal punto de expansión de Corvera, que desde 2010 registró la construcción de 35 casas nuevas.
Otro tanto pasa en Illas, donde La Laguna registra la mayor actividad constructiva del concejo: cinco casas en cinco años. Los otros núcleos con actividad destacada son Calavero, La Peral, ambos con dos viviendas nuevas. En total, en el último lustro, 18 casas. Según explicó el alcalde del concejo, Alberto Tirador, las comunicaciones, la mayor proximidad a Avilés y la línea de autobús son las causas que explican el mayor interés que genera La Laguna.
La construcción de viviendas unifamiliares ha repuntado en Castrillón en el último año. Si en 2011 se contabilizaron 12 chalés de nueva construcción, en 2016 se ha repetido la cifra y, al menos hay 12 casas nuevas en el concejo. Atrás queda el cuatrienio "negro" para la construcción 2012-2015 en el que, en total sólo se levantaron 18 viviendas unifamiliares.
La tendencia de los últimos años es el incremento de chalés en las zonas rurales de Castrillón donde el precio del suelo es más bajo y, además, las condiciones de edificación son menos exigentes.
Apenas se han edificado nuevos chalés en estos años en Piedras Blancas y Salinas, ya que la construcción se ha desplazado a núcleos en el cinturón rural de la capital del concejo: Arancés, Vegarrozadas y El Castro, así como a las parroquias de Santa María del Mar, Pillarno, Quiloño y Santiago del Monte.
