Una "superpatrulla" especializada de agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) del Cuerpo Nacional de Policía realizó ayer controles en distintos puntos de la ciudad, como la estación de autobuses o las inmediaciones del barrio de Miranda, donde en las últimas semanas los cacos han hecho de las suyas. El fin del control era precisamente disuadir a los ladrones, según medios policiales.

Entre las misiones de la Unidad de Prevención y Reacción se encuentra el mantenimiento del orden y la prevención de la delincuencia. De este modo, las Fuerzas de Seguridad recurren a ellos para montar dispositivos policiales o actuaciones singulares ante un eventual crecimiento de determinadas actividades delictivas. "El control en las proximidades de Miranda tenía este fin", precisó un portavoz de la Policía Nacional. En la estación de autobuses el control fue rutinario. Los agentes instalaron el puesto y pocos minutos después, como suele ser habitual, lo retiraron.

En los últimos meses, los agentes de la UPR han realizado varios controles en la comarca, especialmente en Avilés. También es frecuente que estos policías desplieguen sus dispositivos en zonas de copas como hicieron el año pasado en Oviedo después de varios altercados.