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La ilusión la reparte una octogenaria

Margarita Prado lleva desde 1965 vendiendo lotería en Santa Apolonia y el primer premio gordo lo dio en 1972

Año 1972. Margarita Prado vendió entonces el que fue el primero de muchos premios "gordos" de la Lotería Nacional. ¿El número? El 10.066, agraciado con dos millones y medio de pesetas de entonces. Luego vinieron muchos premios más. "Con la peseta se daban más premios", apunta esta mujer de 81 años que sigue detrás del mostrador de la administración ubicada desde siempre en un bajo de la calle Santa Apolonia, casi en el límite con Corvera.

Margarita Prado llegó a Villalegre, desde Lugones, en 1961. Entonces se casó con su marido, José Luis, y cuatro años después abrió la administración en el mismo sitio donde sigue hoy. "Vi crecer Villalegre", manifiesta esta lotera que se enfada cuando no vende ni reparte los deseados premios. "Tengo clientes de toda la vida, hay muchos que compran aquí la lotería desde que abrió las puertas", precisa. Ahora Prado tiene un sueño: "Que me toque a mí el 'gordo' antes de jubilarme".

Aún así la jubilación no está en sus planes inmediatos. "De algo tengo que vivir. El margen de beneficio que deja la venta de lotería es muy pequeño". Prado prevé así -dando premios- seguir llenando las paredes de su pequeña administración de carteles que recuerdan sus éxitos como lotera.

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