A finales de julio pasado, es decir, hace siete meses, la mayoría social de Cartera de Inversiones Melca reunida en junta de accionistas nombró como liquidador a Daniel García. En virtud de este nombramiento, el nombre de la sociedad quedó así: Cartera de Inversiones Melca En Liquidación.

La junta de accionistas de julio fue el segundo paso dado por el propio Daniel García, por su hermana Elena y por la madre de ambos, Isabel Becerril, para tomar el control de la sociedad matriz fundada por José Luis García Arias, el padre y marido (entonces) de los nuevos gestores. Consecuentemente, este nombramiento supuso también la toma de control de las sociedades participadas. A esta actividad se dedicaron los nuevos responsables del grupo de tal modo que no fue hasta el 5 de agosto cuando Daniel García Becerril asumió todo el poder en el Grupo Melca: en esa fecha el Registro Mercantil había aceptado inscribirle como liquidador.

La inscripción de García como liquidador trajo consigo el traslado de la sede social de la corporación de la quinta Pedregal a las antiguas oficinas de la calle del Prado. En las primeras semanas de esta segunda época, el grupo se reorganizó de tal modo que casi todas las sociedades de Melca pasaron a ser dirigidas por Elena García y por su hermano Daniel García. A la madre de ambos le había correspondido en un primer momento la administración de Hotel Avilés. Esta responsabilidad ya no la ostenta.

La empresa participada Tecsolpar está dirigida actualmente por un consejo de administración. Construcciones Avilés fue administrada unos meses por José Luis García Arias tras la muerte de su fundador. La primera de esas sociedades tiene vigente un expediente de regulación de empleo para toda su plantilla. Los sucesores de Melca buscan un socio que se haga cargo de la sociedad. La constructora que levantó, por ejemplo, el edificio en el que están actualmente las oficinas de Melca, se encuentra en preconcurso de acreedores ahogada por las deudas que tiene con su propia matriz, que hasta la marcha de García Arias funcionaba como un banco de las demás empresas; esto es, suministraba liquidez a las sociedades para su funcionamiento. Está previsto que los pleitos judiciales entre las partes continúen en próximas fechas a cuenta de las decisiones del liquidador.