La multinacional Arcelor-Mittal ha iniciado esta mañana el arranque de la planta de ácido de las baterías de coque de Avilés, donde el pasado día 24 abril se produjo una avería que produjo una nube tóxica. A lo largo del fin de semana se trabajó en el calentamiento del horno, que tiene que seguir una secuencia gradual. "Está previsto que a lo largo de la mañana finalice el proceso de arranque y se reinicie el lavado de gases para obtener ácido sulfúrico", ha explicado un portavoz de la multinacional.

Representantes de Arcelor-Mittal se han reunido esta mañana en la sede de La Granda con el portavoz parlamentario de IU en la Junta General del Principado, Gaspar Llamazares, un encuentro en el que también han participado la eurodiputada Ángela Vallina y el parlamentario Ovidio Zapico. Llamazares ha traslado de nuevo su preocupación por las emisiones que se han producido en los últimos tiempos en las baterías de coque de Avilés y ha incidido en que "hay que realizar un proceso de transición" hasta la puesta en marcha de las renovadas de Gijón "con las mayores garantías".

Los representantes de la siderúrgica han explicado a los de IU cómo se produjo la fuga del pasado día 24 de abril, las medidas adoptadas y las inversiones ejecutadas y previstas en las instalaciones asturianas. En este sentido, la multinacional sostiene que las inversiones ambientales en el periodo 2005-2019 superan los 400 millones de euros, y de ellos 75,5 corresponden a las baterías de coque de Avilés.

Llamazares cree que "hay que avanzar en colaboración" entre la Administración y la empresa con el triple objetivo de "garantizar la actividad económica, el nivel de empleo y la responsabilidad medioambiental".