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Zafarrancho en cubierta para desplegar las velas del "Creoula".

A Bordo Del "creoula"

La despedida del "Mare Nostrum"

La fuerte corriente oceánica, el viento del Oeste y un motor poco potente ralentizan la entrada del "Creoula" en el Atlántico

Estamos metidos de lleno en el paso del Estrecho. El grupo 4, del que formo parte, tiene guardia de medianoche a 4 de la madrugada. El Atlántico nos saluda con viento frío del Oeste. No es fácil salir del "Mare Nostrum" hacia las aguas abiertas del océano. La corriente que vierte aguas desde el Atlántico es muy fuerte, el viento del Oeste es contrario a nuestros intereses y el motor del "Creoula", poco potente. A las 2 todavía no habíamos superado Tarifa y ya hace unas cinco horas que pasamos frente a Gibraltar. Casi podemos tocar con nuestras manos ambas orillas del canal. Las luces costeras son ahora más intensas en el lado marroquí.

Logramos rebasar Tarifa y penetrar en el golfo de Cádiz al amanecer. Después del toque de la alborada y de un desayuno reparador, el comandante anuncia faena general de izado de velamen. Es preciso recupera el tiempo perdido en el paso del Estrecho y el viento del suroeste ayudará a dar mayor velocidad a la nave, que en ese momento dormita, levemente impulsada por un motor de escasa potencia.

Tripulación e instruendos se afanan en largar las velas. La del trinquete primero, mesana después y, a continuación, contra trinquete y mayor. Por último, se larga la polaca. El "Creoula" se desliza majestuoso en dirección a la costa de Cádiz y con una velocidad cercana a los siete nudos.

Se nota el cansancio acumulado de casi dos semanas de actividad y unos ritmos de vida no habituales; sin embargo, la disposición de todo el personal es admirable. A las 9.45 horas se llama a la "formatura" para limpiezas. Después del paréntesis de la "faena general" la vida a bordo recupera las rutinas habituales y los "cuartos" también continúan su labor. En alta mar, frente a Chiclana, hay una gran concentración de cargueros anclados esperando para entrar en puerto, seguramente en Cádiz o en Algeciras.

A las 14.30 horas se desarrolla la primera palestra del día, a cargo del personal médico del navío. El tema será la prestación de los primeros auxilios en caso de accidente. Después de las explicaciones teóricas, se hicieron ejercicios de prácticas como demostración de que el aprendizaje de los instruendos fue eficaz. A las 17.30 horas, segunda palestra sobre "emprendimiento y actividad económica". El profesor Philipe Castro, de la Universidad de Oporto, realizó ejercicios prácticos de simulación con equipos de instruendos sobre la creación de oportunidades de negocio en sectores nuevos de la actividad económica. La noche extendió su manto sobre nosotros cuando ya empezamos a divisar en el horizonte la costa portuguesa, después de casi una jornada entera rodeados de mar y sin contacto telemático ni telefónico. Mañana doblaremos San Vicente y ya, en la última jornada del periplo, navegaremos por la fachada atlántica portuguesa hasta nuestra arribada a la ciudad de Ulises, a la histórica Lisboa.

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