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La "güela" de Asturias cumple 110 años

Telva Fernández, natural de Avilés y que nació en el mismo año que Katharine Hepburn, sufrió la muerte de un novio en la Guerra Civil y trabajó como ama de llaves en Madrid

Telva Fernández, con su sobrina tataranieta Sara Ojeda en brazos. CHARLES RAGSDALE

La actriz norteamericana Katherine Hepburn y la mirandina Telva Fernández, la abuela de Asturias, tienen algo en común: ambas nacieron en 1907, hace ya 110 años. La Hepburn hizo mutis hace catorce años, en 2003, y Telva siguió su recorrido por el espacio con satisfacción, buena memoria y envidia de todos cuantos la conocen. Y es normal: cuando celebró los 107 años lo hizo dando un paseo largo desde su casa en calle la Cámara hasta el Forcón, el lugar en el que había nacido, cuando España era un país que gobernaban Antonio Maura y Alfonso XIII.

Su familia -es larga, la última en llegar ha sido Sara Ojeda, su sobrina tataranieta- le tiene preparada una tarta y un montón de velas. El sacerdote José Manuel Feito, además, tiene previsto completar la fiesta diciendo una misa (19.30 horas) en honor de la longeva avilesina. La iglesia de Santo Domingo de Miranda, donde Telva fue bautizada el 24 de noviembre de hace 110 años, acogerá el oficio religioso.

Telva Fernández ya no está tan bien como estuvo. En la residencia en la que vive la llaman "la abuelina de todos". Ha consentido dejar su piso de la calle la Cámara, pero lo ha hecho a regañadientes. Hasta hace un par de años, cuentan los suyos, se valía por sí misma, salía a caminar, leía todo lo que le caía en las manos... Pero una mala bronquitis la está apagando, una mujer que luchó durante todos los años de su vida, que se formó con Faustina Álvarez, la maestra de Miranda por excelencia, la madre de Casona, la mujer que quería niñas con conocimientos. Y Telva Fernández los aprovechó cuanto pudo, pero la guerra civil se interpuso en el camino. Le mataron al padre, a un hermano y también al novio. "Aunque no eran de nada", se queja ella. Y con esa vida truncada decidió mantenerse junto a su madre. Lo hizo hasta su último día en el mundo, cuando Telva Fernández tenía 45 años.

Sin una madre a quien cuidar, aceptó la propuesta de una conocida: ir a Madrid, convertirse en su señorita de compañía, en su ama de llaves, en todo. Regresó a Avilés, al piso que se había comprado con el dinero que ahorró en un Madrid que se parece bastante poco al que se desarrolla en el presente. Y es que Telva Fernández vivió todo el siglo XX. Vio a Alfonso XIII, la República, la dictadura, la Transición y la democracia.

La "abuelina de todos" ha visto cómo la Tierra ha dado 110 veces la vuelta al Sol. Es una hazaña que está muy lejos de cualquiera. La Hepburn no pudo.

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