Sustituir a Álvaro Álvarez, durante dos décadas secretario general del PSOE de Avilés, no fue tarea fácil. Pero Luis_Ramón Fernández Huerga (Avilés, 1972) se rodeó de un equipo que durante los últimos cinco años ha hecho -eso cree- "un buen trabajo" en el partido. Y de ahí que ahora haya decidido optar a la reelección en el congreso que se celebrará los próximos viernes y sábado.
-¿Le tuvieron que convencer o tenía claro que quería volver a ser secretario general del PSOE?
-Convencer no es la palabra, porque la decisión de presentarse es siempre personal, pero sí que partí de una reflexión colectiva, de la gente de confianza con la que estuve trabajando este tiempo y de esa reflexión nació hacer esta candidatura.
-¿Cómo definiría estos cinco años de un cargo nuevo y, además sustituir Álvaro Álvarez?
-Sustituir a Álvaro como planteamiento de inicio no parecía sencillo, siempre surgen las dudas individuales y colectivas de estar a la altura. En este tiempo la ejecutiva ha hecho un buen trabajo, ha sido un mandato largo y no sencillo, con cuatro elecciones (europeas, municipales y dos generales) y cuatro procesos internos de primarias, que siempre son complejos de gestionar. A_pesar de no ser un mandato normal, ha habido un trabajo de la ejecutiva notable.
-¿Y con qué objetivos se presentan ahora?
-Queremos ser fieles a una idea que el partido tiene desde hace muchos años, que es un modelo muy definido de ciudad, de convivencia, donde debe primar la igualdad de oportunidades, la inclusión social y el compromiso para que cada persona pueda liderar su propio proyecto de vida. Esos son los puntos de referencia, pero la crisis ha traído nuevas necesidades a las que hemos intentado dar nuevas soluciones normalizadas para que la ciudad transmita seguridad en el amplio sentido de la palabra.
-¿E internamente? Porque los críticos denuncian que el partido no está abierto a la sociedad, que hay falta de información. ¿Hay que dar más peso a la militancia?
-Hay cuestiones que siempre son mejorables. Ampliar la participación de la militancia no es un concepto nuevo sino que se lleva buscando desde hace mucho tiempo._Abrir el partido a la sociedad... No hacemos el recuento de los contactos y reuniones constantes y permanentes que hemos tenido con sindicatos, asociaciones, colectivos... Siempre hay margen de mejora, y pretendemos esforzarnos para tener una militancia más activa, mejor informada y que el contacto con la sociedad sea mayor.
-Supongo de uno de sus objetivos es recuperar el voto de los avilesinos, que ha ido bajando en las últimas elecciones...
-Los resultados electorales en Avilés han ido siempre muy ligados a la visión que los ciudadanos tienen del PSOE a nivel nacional. En los cuatro procesos electorales que hubo en este mandato, el mejor resultado fue en las municipales. Eso quiere decir que la visión del PSOE en Avilés sigue teniendo un plus de calidad, de recorrido. Lógicamente, aspiramos a mejorar resultados. Y para eso el primer trabajo es la elaboración de un programa electoral que refleje cuáles son las necesidades de la ciudad, las oportunidad y los problemas de los ciudadanos de Avilés. Y que esté conectado con este modelo de ciudad al que los ciudadanos de Avilés han dado su confianza durante muchas legislaturas.
-¿Por qué en el PSOE de Avilés no cala el mensaje de Pedro Sánchez? No ganó en ninguna de las primarias ni tampoco Adrián Barbón, actual presidente de la FSA.
-Cada militante ha hecho su propia reflexión y sería pretencioso intentar dar a lo que es un voto individual una voluntad colectiva.
-Pero me reconocerá que es raro.
-Quiza haya una concepción diferente. También hemos tenido votaciones diferentes en otros procesos. Por ejemplo, en el debate de la gestión de Javier Fernández hubo un apoyo del 73 por ciento en Avilés cuando los militantes avilesinos, en las elecciones de la FSA en el año 2000, apoyó a su contrincante, Álvaro Álvarez, con el 80 por ciento de los votos. Hay una idea, una cultura en Avilés de respeto a las diferentes opiniones y en la que cada persona puede transmitir su idea de partido. Y en estos procesos en urna, el voto es personal.
-¿Cómo vivió usted la crisis del PSOE?
-Esos momentos no fueron fáciles. Cualquier confrontación dentro de un partido no es fácil. Desde la ejecutiva teníamos claro que teníamos que ser imparciales; se formaban plataformas de apoyo a uno u otro lado y nosotros teníamos que proveer el espacio para que esas plataformas pudieran trabajar y que fuera luego la militancia la que decidiera.
-¿Qué tal la relación con el nuevo secretario general de la FSA, Adrián_Barbón?
-Nos conocemos desde hace mucho años. Ahora es el secretario general y tiene todo nuestro apoyo al igual que lo tuvo Javier en el momento en que se le eligió. En los congresos tiene que haber una rivalidad hasta el día de antes y mi concepto de cultura de partido es que al día siguiente lo que hay que hacer es que el que gana tiende la mano y el que pierde reconoce la victoria y le presta su trabajo e inteligencia por el bien del partido.
-¿Por qué la izquierda en Avilés no es capaz de unirse?
-No hemos sido capaces de unirnos ahora. El PSOE e IU gobernaron ocho años en Avilés y sigo convencido de que se avanzó mucho. Ha habido un giro en las políticas de IU y tenemos otros partidos que son tan de izquierda que prefieren dejar gobernar a la derecha, como en Gijón, o hacer pactos de acorralamiento al PSOE, como se produce en la Junta. En Avilés tenemos unos grupos que a falta de propuestas se limitan a la generación de ideas sólo de puertas adentro del Ayuntamiento. Y eso hace que con esos partidos sea muy difícil, por no decir imposible, llegar a acuerdos. Nosotros tenemos una línea definida y llegaremos a acuerdo con aquellos que quieran trabajar en el avance de la ciudad, pero no con aquellos que nos pidan no ser el PSOE.
