La coincidencia del reinado en Asturias de Alfonso II (759-842) con el apogeo de la figura del rey franco y luego emperador Carlomagno (742-814) ha dado pie a un grupo de intelectuales y políticos asturianos, varios de ellos reunidos ayer en Avilés, a plantear la posibilidad de que el Principado entre a formar parte de la llamada Vía Carlomagno, una ruta de ámbito europeo que se halla en proyecto de construcción y que aspira a divulgar las andanzas y logros del llamado "padre de Europa".

El primer paso para alcanzar la meta de incluir Asturias en la pretendida red de caminos carolingios consiste en la publicación de un libro que ayer se presentó en Avilés: "Carlomagno: el sueño de una Europa unida. Una visión desde Asturias". Este trabajo editorial, que ha sido coordinado por Javier Vallina, asistente del eurodiputado socialista Jonás Fernández, condensa las aportaciones sobre la implicación de Asturias en el proyecto común europeo que tuvo en mente Carlomagno realizadas en un encuentro celebrado hace un año en Oviedo al amparo del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) -entidad editora de la publicación- y enriquecidas por el historiador Miguel Calleja con hallazgos reveladores de que Alfonso II y Carlomagno fueron algo más que coetáneos, pues ambos tenían en común ideas religiosas e integradoras sobre los respectivos territorios en que gobernaban.

"Es muy oportuno y adecuado que Asturias se postule para ser parte de la Vía Carlomagno como embrión que fue de la construcción de España en tiempos de la Reconquista, un proceso, no lo olvidemos, que perseguía la reconstrucción de la unidad nacional, no la existencia de virreinatos en cada campanario", señaló el expresidente del Parlamento Europeo José María Gil-Robles, desplazado ayer a Avilés para dar su visión sobre el presente y el futuro de Europa y, más en concreto, sobre el proyecto de apertura de un itinerario cultural europeo cuyo eje central será la figura del emperador coronado por el papa León XIII.

Jonás Fernández dio cuenta de los hallazgos de Miguel Calleja sobre las "relaciones diplomáticas" que mantuvieron el rey Alfonso II y el emperador Carlomagno y destacó que el paso por Asturias del Camino de Santiago -un eje vertebrador de la Europa medieval- es un activo muy valioso para considerar la inclusión, a mayores, del Principado en la futura Vía Carlomagno.

Los ponentes destacaron, así mismo, el interés económico que late detrás del proyecto de la ruta carolingia, que como ocurre con la jacobea nace con el propósito de ser un motor dinamizador del turismo. El concejal avilesino de Promoción Económica, Manuel Campa, lo subrayó: "No se puede dejar pasar la oportunidad de engancharse a ese tren".

Con la figura de Carlomagno, el primer hombre de estado que esbozó la idea de una Europa unida, gravitando en todos los discursos abundaron las declaraciones en defensa de potenciar la unión de los europeos en estos momentos de incertidumbre por la crisis económica, el Brexit, los flujos migratorios o las tensiones nacionalistas, con Cataluña en primer plano.

"Los nacionalismos nos empobrecen y debemos combatirlos; nada mejor que la unidad para ser más fuertes", manifestó Fernando Álvarez Balbuena, uno de los avilesinos en la nómina del RIDEA. "Las tiranteces independentistas (en alusión directa a Cataluña) son enemigas de la Unión; hoy en día es inconcebible una Europa de condados y regiones", aseveró Gil-Robles. El expresidente del Parlamento Europeo evocó el contenido de la carta fundacional de la CEE para ilustrar a los "olvidadizos": "Europa se construye como unión para avanzar hacia una federación que garantice la paz y el prosperidad".