Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marisa Fernández, entre sus alumnos, en la escuela infantil Sagrada Familia de Las Vegas.RICARDO SOLÍS

La Sagrada Familia es ejemplar

El innovador proyecto para enseñar las letras de los profesores de la escuela de Las Vegas se difundirá a nivel nacional por su "excelencia"

El centro infantil Sagrada Familia de Las Vegas está a la vanguardia de la innovación educativa. Un proyecto pedagógico desarrollado por sus profesores para enseñar las letras a los niños resultó el año pasado finalista del concurso escolar "Premio a la Excelencia Educativa", convocado por la Asociación Mundial de Educadores Infantiles. El trabajo "Búscame... que te cuento", que tiene como objetivo desarrollar en los alumnos la inteligencia lingüística y mejorar el interés por la electroescritura, acaba de ser publicado por la plataforma Educa y es el único proyecto asturiano de las 16 experiencias innovadoras de Educación Infantil agrupadas en el libro.

"Es una emoción muy grande y un reconocimiento ver que lo que hacemos aquí forma parte de una publicación nacional. La Sagrada Familia es como un diamante escondido en el barro. Para mí es un reconocimiento a un centro que innova, que está en el día a día", dice la directora de la escuela infantil, Marisa Fernández Álvarez.

"Búscame que te cuento" está dirigido a niños de 3, 4 y 5 años. Se basa en el personaje de un detective (papel que desempeña el niño) que busca una letra que debe inspirar todo un cuento. Se trata de una actividad motivadora para los pequeños alumnos y en ella se involucran también los padres. Juntos, en casa, localizan el grafema objeto de la investigación en diferentes soportes: un juguete, una revista, un puzzle... De regreso al aula, los pequeños muestran sus hallazgos a los compañeros y el plan finaliza siempre con un cuento. "El objetivo final es animar a la lectura pero conlleva el desarrollo de habilidades comunicativas, para que los niños de Infantil vayan desarrollando la habilidad para hablar en público, para hacer preguntas, a plantearse interrogantes", explica Fernández. Y todo esto, además, se realiza respetando el estilo de aprendizaje de cada alumno. "No todos escriben igual. Unos son más visuales, otros son más plásticos", añade. De ahí que los pequeños trabajen sobre las letras con diferentes herramientas: ceras, lápices, plastilina, tabletas.

La directora de la Sagrada Familia ve en la publicación nacional de este proyecto educativo un "reto para seguir trabajando en nuevas ideas". El centro está inmerso en un nuevo proyecto, la maleta de las emociones o "Emomaleta". La maleta, que los pequeños se llevan a casa, guarda varias cápsulas y cada una contiene una emoción: miedo, alegría, enfado, tristeza y desagrado. "Tienen que ir metiendo anécdotas o experiencias que viven relacionadas con esas emociones. El proyecto busca introducir todo lo emocional dentro de la educación. En el aula se trabaja mucho con contenidos, pero no con habilidades sociales, emocionales, estamos tan preocupados por lo cognitivo que se nos olvida lo emocional", explica Fernández.

En la Sagrada Familia tienen otro proyecto en marcha para que los pequeños aprendan a resolver sus conflictos: el tipi de la paz. "A la puerta del tipi hay un jarrón con una planta que tiene las emociones colgadas como flores. Si hay un conflicto, cada alumno entra en la tienda de campaña con una emoción. Dentro hay un cuento sobre una tortuga que se autocontrola. Unos pictogramas les van recordando lo que tienen que hacer antes de discutir: respirar y dialogar sobre el conflicto. Del tipi salen con la planta de la felicidad", añade la directora. Y es que la felicidad de los alumnos es el verdadero tesoro del centro corverano.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.