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Avilés se prepara para la cuarta revolución productiva

El metal avilesino introduce robots de soldar y se sube al tren de la industria 4.0

Windar y Asturfeito tienen en marcha planes para la informatización y digitalización de todos sus procesos y confían a la robótica tareas repetitivas de nulo valor añadido

Uno de los robots soldadores que Asturfeito tiene previsto instalar en sus talleres avilesinos. MARA VILLAMUZA

El metal avilesino se sube al tren de la industria 4.0 e incorpora la robotización. Compañías punteras del sector como Windar Renovables y Asturfeito están inmersas de lleno en la conocida como cuarta revolución industrial, que consiste en la informatización y digitalización de todos los procesos. Estas empresas, con fábricas en el Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA), no solo avanzan en la conectividad de todas sus instalaciones, sino que también están incorporando robots al proceso productivo y avanzan en el uso del "Big Data", la gestión y análisis de enormes volúmenes de datos. El objetivo final: la diferenciación en calidad, precio y eficiencia respecto a la competencia. Más pronto que tarde las fábricas se podrán controlar desde un teléfono móvil.

Windar, especializada en la fabricación de piezas y estructuras para el sector eólico, está enfocada en este proceso desde hace dos años, principalmente en la monitorización de procesos y datos. Las instalaciones ya están "conectadas" y todas las máquinas de soldadura tienen instalados sensores que recogen información de forma constante, generando una gran cantidad de datos para su análisis. La sensorización permite ver lo que está haciendo una máquina en cada momento: cuándo está funcionando, si para, su rendimiento... "Esa información nos permite conocer todo lo que ocurre en la máquina. Si se produce cualquier incidente sabremos qué paso, en qué momento exacto, por qué... Eso conlleva que podamos anticiparnos a una avería y prevenirla, por ejemplo. Las posibilidades de mejora son tremendas", explica Ángel González, director técnico de Windar.

La compañía del Grupo Daniel Alonso se encuentra en la fase final de monitorización de la maquinaria. Una vez esté implantado el sistema en Avilés, se trasladará al resto de plantas (Windar tiene fábricas en India, Brasil, México y negocia la puesta en marcha de una cuarta en Rusia). "Desde aquí podremos saber cómo está una máquina de la planta de Brasil", añade González.

Windar también se adentra en la automatización y pretende emplear robots para las tareas repetitivas que no aportan valor añadido. El primer objetivo es soldar los marcos de las puertas de las torres eólicas con estos aparatos y para ello está inmersa en un proyecto de I+D+i con el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), en el que también participa el ITMA (Instituto de Materiales). Un robot de soldadura del centro tecnológico avilesino se está adaptando y programando para desarrollar ese trabajo, ahora manual. "Ahora se abre un agujero en la torre, y se suelda el marco de forma manual. Queremos que ese proceso sea automatizado, que un robot suelde directamente el marco de la puerta en la torre", explica el director técnico de Windar.

Asturfeito, compañía especializada en proyectos metalmecánicos de máxima complejidad técnica, está poniendo también los cimientos del 4.0. "El primer paso es tener la fábrica conectada (instalar el cable, la fibra óptica..) Esa fase está desarrollada", apunta el director de operaciones de la empresa, José Carlos González.

El papel tiene los días contados tanto en Windar como en Asturfeito. "Hasta ahora los operarios hacían en papel los partes de trabajo. Al final de la jornada lo firman, lo pasan a la secretaria y se incorpora al sistema informático. Con el 4.0 todo pasará directamente a un programa de software desde una tablet. Esta fase la queremos poner en marcha en los próximos meses", prosigue González. En estas plantas se generan miles de documentos al día: planos, partes de trabajo, albaranes, facturas de proveedores... Todo pasará a un programa informático o a la nube.

En la compañía del industrial Belarmino Feito están instalando máquinas de soldadura conectadas a una red inalámbrica (permitirá trasladar por wifi la información de parámetros de soldadura al trabajador y hacer una monitorización remota de las máquinas) y también avanzan en la incorporación de robots al proceso productivo.

"Ya está funcionando un robot de soldadura y se instalará otro a finales de año. Los robots estaban pensados para las grandes producciones en serie, como las de automoción. Nosotros trabajamos con proyectos y ahí está el reto, en personalizar el robot y adaptarlo al tipo de piezas a desarrollar, que son distintas en cada proyecto", prosigue José Carlos González. La supresión del papel también está relacionada con la trazabilidad, que también se digitaliza. Con un lector se puede saber al segundo cuándo entró la chapa, sus características, cómo se soldó... toda la trayectoria del producto desde la entrada de la materia prima hasta su salida de fábrica.

En Asturfeito estudian además la posibilidad de incorporar robots colaborativos, una solución para trabajos muy repetitivos. Estos aparatos se pueden programar de una manera sencilla, incluso por personal no cualificado y sin conocimiento de programación, y pueden trabajar con personal humano sin restricciones de seguridad (los otros robots industriales requieren de grandes medidas de seguridad y no puede haber trabajadores cerca mientras están funcionando, por lo que requieren de un vallado de seguridad).

Desde la patronal asturiana del metal, Femetal, se viene alertando de que la transformación digital en los procesos de producción en las empresas del sector en Asturias es "verdaderamente baja". "O nos sumamos, o esta evolución nos va a desbordar y nos quedamos muertos", avisó en un foro empresarial Julio Martín Ramos, director de Idesa, firma del Grupo Daniel Alonso que también está volcada en la cuarta revolución industrial.

En la comarca avilesina son varias las empresas que avanzan en lo que se conoce como industria 4.0. Hierros Cantón ultima una inversión millonaria para centralizar sus instalaciones en el Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA) y automatizar todos sus procesos. Como informó este periódico, la nueva fábrica será "inteligente", completamente automatizada y con tecnología puntera: grúas automáticas, robots... El metal avilesino bulle con la cuarta revolución industrial.

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