La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arcelor recupera la normalidad tras dejar de ingresar 50 millones por la inundación

La máquina de colada continua de la acería que estaba en reparación entra en funcionamiento tras más de una semana de menor producción

Instalaciones exteriores de la acería de Avilés. MARA VILLAMUZA

La máquina de colada continua Número 1 de la acería de Avilés (LD-III) entró en funcionamiento a las dos menos cuarto de la madrugada de este jueves. Así, comenzó el camino de vuelta a la normalidad de una de las instalaciones clave de la multinacional Arcelor-Mittal, el corazón mismo de su producción.

Ayer concluyeron diez días que hicieron temblar a la gran siderúrgica y que han impedido que la empresa haya podido poner en el mercado acero terminado por valor de más de 50 millones de euros. Y es que la LD-III dejó de producir entre los días 11 y 20 de este mes alrededor de 120.000 toneladas de acero. El precio promedio de la tonelada de este material acabado en la London Metal Exchange (LME) -el índice internacional válido desde el siglo XIX- es de 500 dólares la tonelada.

El incremento de producción de la acería LD-III es patente desde diciembre de 2016. Desde entonces, funcionan a pleno pulmón dos máquinas de colada continua. La original es la Número 2 y fue reencendida el domingo pasado a media tarde. La Número 1 es la que llegó con la ampliación cien veces millonaria del segundo semestre de 2016. Esto ha sido, precisamente, lo que más ha tardado en ponerse en marcha. Desde ayer a primera hora de la madrugada la cosa empieza a subir. La normalidad absoluta, sin embargo, no será patente hasta comienzos de la semana que viene. Esto es, al menos, lo que sostienen desde la empresa.

Antes del pasado 11 de junio, la instalación avilesina producía un promedio de 40 coladas, cada una de ellas de alrededor de 300 toneladas. Esta cifra, sin embargo, no es uniforme. En días previos a la riada, los récords diarios fueron constantes. Por eso, la cuantificación de las pérdidas es un desempeño en el que ayer trabajaba la dirección.

En medios sindicales se aplaude la implicación de la plantilla (tanto de Arcelor como de sus auxiliares con tajo en la acería) para la recuperación de la normalidad. La inundación producida en la instalación se debió al desbordamiento del arroyo Las Llongas a su paso por la acería. Esta agua cubrió al ras sótanos con instalaciones eléctricas e hidráulicas de profundidades mayores a 9 metros. "Lo que se ha hecho en diez días ha sido achicar el agua, localizar la maquinaria quemada, secarla, atacar las averías, repararlas... y todo en menos de diez días", destacaron desde los sindicatos. Sobresalieron los bomberos de Arcelor, que fueron los encargados de recoger todo el agua escapada.

La acería avilesina tiene pendiente una nueva promesa de ampliación que se centrará -según planes de años pasados- en el departamento de metalurgia secundaria, el paso previo a las máquinas de colada, donde el acero líquido revive con procesos químicos que permiten producir el material que sustenta buena parte de la economía asturiana.

Compartir el artículo

stats