El psiquiatra canadiense John Maher abrió ayer el 15.º Simposio Nacional sobre Tratamiento Asertivo Comunitario en Salud Mental que se celebra en el salón de actos del Hospital San Agustín. El especialista explicó cómo se abordan en su país los trastornos psiquiátricos a través de las intervenciones domiciliarias.
- ¿Integrar a una persona con enfermedad mental en su entorno es el mejor camino para su evolución?
-Por supuesto, aunque vivir en la comunidad no significa ser miembro de la misma. Por ejemplo, un aspecto que no desean los pacientes de salud mental es que se elijan unos trabajos determinados para ellos, quieren acceder a un empleo como otra persona más de la sociedad, sin imposición.
- Los pacientes, además de luchar contra su enfermedad, tienen que hacerlo contra la discriminación que padecen. ¿Cómo se puede combatir el estigma que sufren?
-En Canadá, las dos herramientas principales para combatirlo son campañas públicas como la puesta en marcha por la empresa nacional de telefonía y la implicación de personajes famosos, que hablan públicamente de la enfermedad mental. Por ejemplo, un familiar del primer ministro, Justin Trudeau, se refirió a su trastorno bipolar contribuyendo así a normalizar la enfermedad. Asimismo, los medios sociales, también internet, están desempeñado un papel relevante, tanto para lo bueno como para lo malo, ya que mueve mucha información de forma rápida y la juventud tiene acceso a intervenciones y discursos. El lado positivo es que se ha conseguido reducir los niveles de homofobia y la estigmatización hacia la enfermedad mental; el negativo es que la agresividad se amplifica.
- ¿Precisamente, una de las creencias hacia la enfermedad mental es la peligrosidad y agresividad de los pacientes?
-Todo lo contrario, las personas con problemas mentales son susceptibles de ser víctimas de actuaciones agresivas y, en cambio, el porcentaje de agresiones de pacientes es muy pequeño.
- ¿Es entonces más difícil luchar contra la discriminación que contra la propia enfermedad?
-Absolutamente. Si creces en una sociedad donde hay prejuicios hacia la enfermedad mental, uno mismo siente rechazo hacia la suya propia. Pero soy optimista y creo que la sociedad tiende a ser menos estigmatizante porque uno de cada cinco canadienses tendrá una enfermedadmental, y si se incluye a la familia, tres de cada cinco estarán directamente relacionados con ella.
- ¿Ciertos hábitos tóxicos de los jóvenes pueden afectar a su salud mental?
-En Canadá, se va a legalizar la marihuana en octubre, lo que es un error gravísimo; otra cosa sería establecer algún tipo de regularización. Me preocupa este tema porque un diez por ciento de los jóvenes entre 13 y 17 años que la fuman va a desencadenar un proceso psicótico; estamos subestimando las consecuencias de esta sustancia.
- ¿La obsesión por los videojuegos o redes sociales puede tener igualmente efectos perjudiciales?
-Todavía no sabemos qué ocurrirá con las adicciones a internet, se está trabajando en ello; sabemos que cambia el cerebro, pero no el impacto que tendrá en la vida de la persona.
