La segunda y última jornada del 15.º Simposio Nacional sobre Tratamiento Asertivo Comunitario en Salud Mental que se celebró en el hospital San Agustín contó con la presencia de la psiquiatra Paola Carozza, directora del Departamento de Salud Mental de Ferrara, en Italia. La profesional, que habló en Avilés de la psiquiatría comunitaria, dejó claro que las enfermedades mentales "no han dejado de ser un tabú en la sociedad" ya que las campañas de sensibilización puestas en marcha "no han sido muy eficaces, por lo menos, en Italia".
En cuanto al considerado uno de los métodos más eficaces para romper los prejuicios, el testimonio de los pacientes, hablar en primera persona para normalizar la enfermedad, apuntó: "Sí les ayuda a ellos a superar la vergüenza y el miedo; es como salir del armario".
Carroza también se refirió a las prisas en las que está inmersa la sociedad occidental y señaló que "no todas las personas que están sometidas a estrés acaban con problemas de salud mental". Para que esta situación se dé, dijo, "tiene que coexistir una vulnerabilidad neurobiológica y un factor de estrés de alto contenido emocional". En este sentido, explicó que, gracias a la neurociencia, se sabe que la vulnerabilidad deriva de micro alteraciones cerebrales que se pueden producir antes del nacimiento, durante el parto e inmediatamente después de éste; también existen otros factores determinantes, "como la pobreza, los medicamentos consumidos por la madre o diferentes sustancias tóxicas", indicó.
De la población juvenil afectada por algún tipo de trastorno mental, la psiquiatra aclaró que, en Italia, "el nivel más alto de psicosis esquizofrénica, problemas de ansiedad o fobias obsesivas lo tenemos en los jóvenes varones, probablemente, por la protección familiar, ya que cuando se enfrentan a la vida están menos preparados".
Al centrar la atención en los niños dijo que necesitan de una base segura desde el punto de vista relacional. "Hay algunos que tienen la vulnerabilidad neurobiológica y desarrollan la enfermedad; si, además, pertenecen a familias desestructuradas con situaciones de estrés en el ambiente, la tendencia biológica lleva a la enfermedad", dijo.
Sobre los tratamientos más favorables para las distintas patologías, la psiquiatra fue rotunda al afirmar que deben combinar fármacos y terapias psicosociales; es decir, tratamientos integrales que incluyen a la familia. Ésta, resaltó, "sufre porque no puede explicarse qué es lo que ha pasado con su familiar ya que la enfermedad mental cambia los comportamientos y por ello la familia se desintegra; hay que entenderla y ayudarla en el recorrido".
Las enfermedades mentales están en aumento, concluyó Carozza: "Afectan al 3 por ciento de la población y crece porque somos más capaces de reconocer la enfermedad, se diagnostican los casos y porque hay factores que precipitan y favorecen su aparición, como el consumo de sustancias tóxicas -cocaína, marihuana...- , pero también por los traumas vividos que arrastran los inmigrantes -de guerras, pérdida de la familia, de los hogares, enfermedades, violaciones...-, que derivan en distintos trastornos".
