Avilés, pendiente del cielo

Avilés bulle en el día grande de San Agustín. Los avilesinos se han echado a la calle en el festejo del patrono y miran ahora al cielo por la previsión de tormenta, que amenaza el fin de fiesta: el espectáculo pirotécnico sobre la ría y el gran concierto de Rozalén en el Centro Niemeyer.

La ciudad se despertó con un sol abrasador, que acompañó a la procesión de San Agustín por el casco histórico tras la misa multitudinaria que ofició el Padre Ángel. "Gracias Avilés por ser ejemplo de acogida de las miles personas que llegaron a la ciudad hace años", afirmó durante su ofrenda a San Agustín el fundador de "Mensajeros de la paz".

El casco histórico, escenario del mercado medieval, está de bote en bote, y la cantautora Rozalén se prepara para subirse al escenario del Niemeyer a partir de las 22.30 horas.

Su actuación es uno de los platos fuertes del día y el aperitivo de los fuegos artificiales. Está previsto que a medianoche se apaguen las luces en el paseo de la ría y se encienda el cielo con el espectáculo pirotécnico de la empresa orensana Xaraiva. Serán 16 minutos de luminoso colofón, con dalias, lentejuelas, perlas, sauces, relámpagos, truenos intermitentes y kamuros. Los avilesinos cruzan los dedos porque los únicos relámpagos de la noche de San Agustín sean los del espectáculo pirotécnico. El fin de fiesta lo pondrá en El Parche la orquesta gallega "La Fórmula".