Un vecino desesperado que encontró ayer un perro vagando por el concejo acudió con el animal al ayuntamiento, incluso llegó hasta el despacho de la alcaldesa, Yasmina Triguero, ubicado en el último piso del edificio. El hombre buscaba una solución para no dejar al can errante y que causara algún problema.
El perro, un bóxer en buenas condiciones, fue encontrado por el joven conductor en la carretera de Vegarrozadas a Piedras Blancas: "Paré para traerlo a la Policía Municipal porque estaba cruzando la carretera y podía ocasionar un accidente, pero me dijeron que lo soltara porque no tiene chip".
En efecto, el can llevaba collar pero no microchip, como es preceptivo, para localizar al propietario. Los agentes le dijeron al buen samaritano que no podían hacer nada y que lo soltara o se quedara con él. El hombre, ni corto ni perezoso, subió hasta el despacho de la Alcaldesa en busca de una solución. El perro, más asustado que la Regidora, se zafó de su protector, que lo llevaba cogido por el collar, y empezó a buscar una salida por los pasillos de la consistorial, eso sí sin soltar un solo ladrido. El problema con los perros abandonados -no hay dónde llevarlos- es diario en los concejos de la comarca. Castrillón no tiene lacero, un especialista que se encarga de recoger a los perros vagabundos, y espera la apertura de la perrera comarcal para solucionar el problema.
