No se sabe muy bien cómo, un conductor, vecino de Gijón, acabó ayer por la noche con su coche atrapado en una senda peatonal, junto al río, tras circular por le camino de La Curtidora. Para ello, incluso, tuvo que bajar por unas escaleras. Según explicó después L. M. L. G., de 40 años, el GPS le había indicado esa dirección y le había confundido. No obstante, cuando los agentes le practicaron el test de alcoholemia, éste arrojó un resultado de 0,74 miligramos por litro de aire espirado, el triple del máximo permitido, que es de 0,25. Fue detenido.

La Policía Local de Avilés se ha puesto en contacto con la grúa para sacar de la acera el vehículo. "No va a ser fácil", reconocieron fuentes policiales.