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La espera media por una ecografía en el San Agustín es ya la más baja de Asturias

Los pacientes apenas tardan catorce días en acceder al servicio gracias a la reorganización del trabajo realizada el año pasado y a la nueva maquinaria

Dependencias de atención al paciente en el Hospital Universitario San Agustín. RICARDO SOLÍS

Myriam MANCISIDOR

El servicio de radiodiagnóstico del Hospital Universitario San Agustín mantiene una actividad frenética. Una prueba: los profesionales realizaron en 2018 un total de 152.242 estudios, el equivalente a la población que atiende el complejo sanitario avilesino. Cada mes el número de exámenes supera los 12.000 y, pese a todo, los tiempos de espera han disminuido. El San Agustín, por ejemplo, pulveriza al resto de centros sanitarios de la región en cuanto al tiempo de espera media para una ecografía, que ahora es de 14 días. A nivel regional, los asturianos esperan por la misma prueba dos meses.

La agilidad con las ecografías -una de las pruebas de diagnóstico más solicitada por los profesionales médicos- se explica por la reprogramación de las agendas. El pasado septiembre se dieron cita para 550 pendientes y desde entonces los tiempos han descendido en beneficio de los enfermos. Así, por ejemplo, el tercer trimestre de 2017 comenzó con una demora media de casi 33 días para las ecografías y ahora está en 14.

Ningún otro centro asturiano registra las mismas cifras, de acuerdo a los datos de cierre de año que maneja la consejería de Salud. El Hospital de Jarrio tenía entonces una demora media de 62 días, el Carmen y Severo Ochoa de 31, el HUCA de 77, el Monte Naranco de 46, Cabueñes de 56, el de Jove de 21, el Grande Covián de 32, el Álvarez Buylla de 69 y el Valle del Nalón de 47. Aún con todo, el Hospital Universitario San Agustín tenía en diciembre a 66 personas en lista de espera (dos con cita y 64 sin citar).

La ecografía si bien se asocia a los controles del feto durante el embarazo también es el principal método de diagnóstico por imagen del corazón o una de las pruebas más importantes para el estudio del cerebro de los recién nacidos. Sirve también para "descubrir" piedras en la vesícula o el riñón o el estudio del hígado y se utiliza con frecuencia para detectar lesiones musculares entre otras muchas cosas. El proceso es sencillo: después de aplicar un siempre frío gel transmisor, el transductor o instrumento que se sitúa sobre la zona a estudiar, emite ondas de ultrasonido cuyo eco es trasformado por el ordenador en una imagen bidimensional o tridimensional.

Otros avances logrados por el equipo de Radiodiagnóstico del San Agustín tienen mucho que ver con la renovación del aparataje. En 2017 se adquirió un mamógrafo digital que permite hacer cosas que hasta ahora eran de quirófano: punciones, biopsias... Con esta máquina se realizaron un total de 5.929 pruebas el pasado año frente a las 3.434 de 2017. A estas mamografías hay que sumar las realizadas en el Hospital de Avilés de la calle Cabruñana, donde se practican los "screening" de mama a mujeres de entre 50 y 69 años. Este programa funciona desde 1999 y tiene como objetivo diagnosticar precozmente este tumor.

El número de resonancias realizadas en 2018 tampoco es desdeñable: 6.333. En este sentido la lista de espera media en el Hospital Universitario San Agustín era en diciembre de 28 días frente a la media regional que es de 85. El nuevo escáner (con 9.724 pruebas en 2018, casi la mitad urgentes) ha permitido asimismo agilizar la actividad en radiodiagnóstico, un servicio cada vez con mayor demanda. Y tiene explicación: prácticamente cualquier patología se detecta ahora gracias a una técnica de imagen que, como dice el refrán, vale más que mil palabras. También en medicina.

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