El Ayuntamiento de Castrillón guarda en el "cajón" 10 millones de euros, cuatro veces más que el presupuesto municipal del Ayuntamiento de Soto del Barco. El remanente municipal a 31 de diciembre de 2018 fue de algo más de 3,5 millones de euros, que sumados a los 6,7 de años anteriores deja el remanente actual en 10,2 millones de euros. El presupuesto municipal de 2018 ascendió a 20.071.058 euros, de los que 1.605.500 euros se destinaron a inversiones. Este año el gobierno castrillonense de IU decidió prorrogar las cuentas ante la inminencia de las elecciones municipales del 26 de mayo.

"Al haber amortizado toda la deuda con los bancos, sólo se pude gastar aplicando los límites que marcan el techo y de la regla de gasto", señaló la concejala de Hacienda y Patrimonio, Soraya Casares. El saldo positivo del remanente de este año se debe a varias causas, como los ahorros obtenidos en la ejecución de obras que se adjudicaron más barato del precio presupuestado, las subvenciones que se recibieron de otras administraciones públicas (más de las previstas) y también por los gastos en los que no se incurrió a lo largo del pasado ejercicio, según explicó ayer la concejala.

El remanente de tesorería es un indicador que permite saber, al final del ejercicio, la solvencia o capacidad económica que tiene una administración para afrontar sus deudas. Para ello se cuantifican, por un lado, los fondos líquidos de la institución (dinero en caja y bancos) más los derechos reconocidos pendiente de cobro, restando a todo ello las obligaciones que están pendientes de pago.

El remanente, si es positivo, como en el caso de Castrillón, se puede utilizar para financiar determinadas modificaciones presupuestarias. La alcaldesa, Yasmina Triguero, señaló hace unos días, que estaba a la espera de conocer el remanente "para realizar modificaciones presupuestarias destinadas a ejecutar obras muy urgentes".

"La regla de gasto es lo que más nos puede condicionar (a la hora de acometer modificaciones presupuestarias), pero no lo sabremos hasta el cierre del ejercicio (a finales de marzo)", manifestó Soraya Casares. La regla de gasto, impuesta por el Gobierno de Mariano Rajoy, impide a los ayuntamientos incrementar la inversión a pesar de que cierren sus cuentas con superávit. El remanente de tesorería debe emplearse en amortizar deudas (Castrillón no las tiene) e impide aprobar presupuestos expansivos. El cálculo de la tasa de referencia lo establece el Ministerio sobre la media móvil del crecimiento del PIB.