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Cáritas de Piedras Blancas ayuda a medio centenar de familias, once de inmigrantes

La unidad pastoral, que incluye también Pillarno y Quiloño, repartió 38.669 euros en 2018 entre 205 vecinos con necesidades básicas

Martina Sampedro. RICARDO SOLÍS

La unidad pastoral de Cáritas de las parroquias de Piedras Blancas-Laspra, Pillarno y Quiloño atendió en 2018 a 50 familias. De ellas, 29 se incorporaron por primera vez a las ayudas el año pasado y 11 eran inmigrantes, según los datos que hizo públicos ayer la directora, Martina Sampedro. Las ayudas económicas de Cáritas a las 50 familias han repercutido en 205 personas. Asimismo, 25 eran familias con menores, seis monoparentales y 15 personas solas. En 2017 Cáritas atendió a 58 familias.

De las 11 familias inmigrantes que atendió Cáritas en 2018, nueve acudieron por primera vez a la ONG, seis estaban en situación administrativa irregular y ocho eran solicitante de asilo. Los beneficiarios procedían de Cuba, Marruecos, Uruguay, Venezuela y el Sahara. "El año pasado dimos ayudas por una cuantía total de 38.669 euros. El 67% de los ingresos anuales de la organización proceden de cuotas de los socios y donativos voluntarios. El resto, de subvenciones municipales y de una empresa ligada al concejo", señaló Sampedro.

De las 50 familias atendidas, 19 tenían un miembro trabajando, de las que 13 tenía un trabajo normalizado y seis en la economía sumergida; 16 percibían el Salario Social y 15 no tenían ninguna prestación.

"Las ayudas siempre son en metálico para dignificar a los preceptores. Cada vez son más las personas jóvenes que acuden a nosotros con problemas de subsistencia" , explicó la directora. Las ayudas que concede Cáritas son para la compra de alimentos, para comedores y ayuda escolar, para el alquiler, energía, farmacia, transporte, pago de deudas y autónomos. "Además, mantenemos comunicación con Cáritas Arciprestal y Diocesana para el apoyo de proyectos de acogida, educación y reinserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social", manifestó.

"La tan difundida salida de la crisis no se aprecia. En numerosas familias, aunque algún miembro acceda al mercado laboral, las condiciones laborales son tan precarias en la contratación y con exiguas remuneraciones, que les resulta imposible poder vivir y atender sus necesidades más perentorias", indicó Martina Sampedro.

La directora de la unidad pastoral de Cáritas agradece la colaboración ciudadana. "Gracias a la gran solidaridad de los ciudadanos de las parroquias podemos dar recursos básicos a los más desfavorecidos e intentar erradicar situaciones injustas e indignas", concluyó Martina Sampedro.

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