La peña "Los de siempre" bajó el sábado por las aguas del Descenso de Galiana con "Espacio sidreral" y ayer encaró las empinadas cuestas de Las Vegas con motivo del desfile de Antroxu de Corvera, que cada año va a más. Les fue más sencillo, dicen. Estaban en casa. A pocos metros de ellos, una familia de Minions paseaba por el parque de Europa y buscaba su hueco al inicio del desfile y muy cerca, las hermanas Suárez, Valeria y Daniela, pilotaban una Vespa confeccionaba a partir de un patinete con tonos rosas. Eran las "mods" del pasacalles corveranos.

El desfile de Antroxu de Corvera concitó a medio millar de personas y con variopintos disfraces y colores. El tema del Carnaval era el espacio y, salvo alguna excepción y las tres carrozas confeccionadas por el Ayuntamiento (una dedicada a ET, otra un transbordador espacial y otra al planeta Saturno), había pocos seres de otras galaxias. Alguno sí se dejaba ver, como ocurrió con la familia de Jorge Simeón, Beatriz Braña y la pequeña Sira, que iban de "la otra Nanaxia". El Mago de Oz sigue siendo un clásico carnavalero y así lo demostraron Gregorio Gámez, Patricia Suárez y los pequeños Emma y Axel, que eran "Dorothy" y el león, respectivamente. Gregorio era el hombre de hojalata y había confeccionado su disfraz con un embudo en su cabeza, tubos de obra y un cubo que hacía las veces de tronco. Le costaba caminar, pero no perdía la sonrisa.

Un grupo de ratonas Minnie encara la avenida del Principado. Han llegado tarde al desfile y pretenden hacerse un hueco entre los participantes. Tras minutos dando vueltas deciden sumarse en la calle Asturias. Margarita González camina a duras penas. Se ha metido en el papel y simula tener problemas de espalda, quizá lumbalgia. Es la abuela de la fabada. Lleva un suero a base de morcillas y chorizos y desborda sentido del humor. "Soy La Titi", señalaba González.

La música del desfile viene por partida triple. Y para mayor orgullo corverano, son tres agrupaciones de casa. Los encargados de abrir la comitiva son los músicos de la charanga "El Felechu" con "Chiqui" a la cabeza, que no deja de realizar movimientos casi imposibles con sus pies y con zapatos de tacón. Tras el paso de numerosos antroxos comienza a intuirse una serie de melodías de la banda de música de Corvera. Y detrás, casi al final de la larga cola multicolor suenan las gaitas en formación de la banda de Corvera, que dirige Bras Rodrigo Álvarez Prieto. Los gaiteros y tamboriteros van disfrazados cada uno a su aire. Había esqueletos, dinosaurios, un Super Mario, un indio y otros.

Los vecinos atienden desde las ventanas, hay incluso algunos que aplauden. "Mira, vaya guapo que va mi nieto", decía María Pérez a un pequeño vestido indio, otro disfraz que siempre está presente en todo desfile carnavalero que se precie. "Nosotros somos los Space Kiss", comentaba un hombre vestido del guitarrista Paul Stanley y acompañado de sus amigos y familiares de Las Vegas y del barrio avilesino de Miranda. "Venimos a poner un poco de rock and roll", añadía. Beatriz Lage va disfrazada de Frida Khalo, a su lado no está León Trotsky sino un pirata de nombre Leo Bermejo y un científico llamado Diego Bermejo.

Y todos juntos se dirigieron al polideportivo "Toso Muñiz" con ritmo después de recorrer buena parte de las calles de Las Vegas. Los mazcaritos partieron del parque Europa quince minutos después de la hora fijada del comienzo del desfile, que eran las 167.30 horas, y caminaron a buen ritmo por calles como Fernández Corugedo, la avenida del Principado, Planetas, Jovellanos, Asturias, La Unión y Miguel Ángel Blanco.

En el polideportivo, el medio millar de participantes, la mayoría niños, exhibió sus mejores galas y disfrutaron de un baile en el que sonó la música, hubo sonrisas y diversión.