La Autoridad Portuaria de Avilés prevé recuperar el agua de lluvia que recoja la enorme techumbre del "almacenón" de Asturiana de Zinc (Azsa) para poder reutilizarla después para fines ambientales. Las dos cubiertas tienen una superficie de 12.000 metros cuadrados. "Ahora, el agua de lluvia se va al mar. Lo que queremos es poder aprovecharla para que las empresas que trabajan en los muelles puedan baldear o pulverizar sus mercancías con el fin de evitar emisiones contaminantes", explicó Alejandro Varas, el jefe de la división de Medio Ambiente del Puerto.
El presupuesto del proyecto está cuantificado en un millón de euros. Consistirá en la instalación de dos tanques con una capacidad de 400 metros cúbicos de agua a ambos lados de la techumbre del "almacenón" de la fundidora de cinc, en la dársena de San Juan de Nieva. Lo previsto es licitarlo en el mes de junio con el fin de que la obra comience "después del verano", añadió Varas. La obra de recuperación de agua de lluvia durará ocho meses.
La actuación en el "almacenón" de Azsa sigue la misma filosofía de la aprobada para las cubiertas de la empresa Chemastur. El pasado día 20, el Puerto acordó adjudicar esta obra a la empresa Penalbas. Los números en esta intervención son menores que en Azsa: la inversión será de 135.000 euros y sólo habrá un tanque (de 350 metros cúbicos).
"El agua es escasa en el Puerto. Nos nutrimos de la que llega de la red, la que administra Aguas de Avilés. Ese agua está tratada y es potable y su precio es caro -en torno a 0,89 euros el metro cúbico por mes- para los usos que queremos darle", reconoció Varas. "No tenemos acceso a agua bruta. Sopesamos traerla del río Raíces, también desalarla, pero ninguna de esas opciones eran buenas. El agua de mar la descartamos: la sal no puede mojar las mercancías. Finalmente, el agua de lluvia sin más tratamiento que una cloración la venderemos a las empresas".
