El geriátrico "La Fontana", en el Parche, ya está cerrado. Ayer salieron los últimos residentes y los responsables del centro de la tercera edad, de titularidad privada, dio cumplimiento a la resolución del Principado de Asturias, que ordenó hace unas semanas su cierre cautelar. El lunes aún quedaban seis de los 17 internos: dos se fueron el martes y los tres restantes, ayer. El Principado había ofrecido a las familias la posibilidad de reubicar a los usuarios en una residencia del ERA de forma temporal -un máximo de un mes- en el caso de no encontrar una alternativa. Lo aceptaron dos, que están en el centro de Riaño, en Langreo.

"El Principado da por culminado así el cumplimiento de la medida cautelar decretada por la Administración, que implicaba la suspensión del funcionamiento y la no admisión de nuevos usuarios por parte de este centro", aseguraron ayer desde la Consejería de Servicios y Derechos Sociales. El departamento que dirige Pilar Varela mantiene además los procedimientos iniciados contra la residencia: uno sancionador, cuya medida cautelar fue el cierre, y otro orientado a una posible revocación de la autorización del Principado para la prestación de servicios de atención residencial a personas mayores.

La Consejería inició la investigación el pasado 18 de marzo, cuando tuvo conocimiento a través de la Policía Nacional de que los usuarios carecían de cuidados por la noche. Los agentes habían acudido al centro tras encontrar a uno de los usuarios solo por la noche y pidiendo auxilio. "Los hechos conocidos a través de las actuaciones policiales son de la gravedad suficiente para iniciar los expedientes", afirmó entonces Varela. Sobre el geriátrico, además, pesa una orden de desahucio por no pagar el alquiler desde enero de 2018.