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JORGE MARTÍNEZ | Misionero, participa hoy en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés

"El muro de Trump no es fácil de hacer, pero con ese loco nada es descartable"

"Se ha dado la imagen de que México es un país abierto a la migración y, por eso, llega mucha gente"

Jorge Martínez Rodríguez. MARA VILLAMUZA

Cura obrero, sindicalista y finalmente sacerdote secularizado. Pedagogo de pasión y profesión. Misionero y activista. Jorge Martínez Rodríguez lleva colaborando socialmente entre Guatemala, Nicaragua y México desde 1979. Hoy (20.00 horas) participa en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés con una conferencia bajo el título "Caravanas de migrantes: riesgos y desafíos", que también forma parte del programa de la Semana Solidaria de Llaranes.

- ¿Cómo se ven las caravanas de migrantes desde Chiapas, México?

-Nosotros no trabajamos directamente con ellos, aunque sí ayudamos a la parroquia cuando nos lo piden. Éste es un fenómenos que se viene dando desde hace decenas de años. Lo que pasa es que ahora ha cambiado.

- ¿En qué?

-Primero era gente que migraba a Estados Unidos desde Centroamérica. Lo hacían escondidos. Para ellos era algo hasta vergonzante y además tenían que escapar luego de policías e Inmigración. Posteriormente hubo un paso intermedio, que fue cuando comenzaron a cruzar las fronteras en trenes, que fue el momento en el que se hicieron visibles. Esto dio lugar a la situación actual, que se juntan cientos o miles de personas para plantar cara a la autoridad y decirle: "Tenemos derecho a cruzar y lo haremos".

- ¿Cómo responde a eso el Gobierno mexicano?

-El pasado octubre pusieron al ejército allí. Luego, con la llegada de López Obrador (actual presidente mexicano), la cosa ha cambiado. Ha llevado a cabo una política de Derechos Humanos más abierta y ha apostado por una migración registrada, regulada y segura. El problema también está en que ahora se ha dado la imagen de que México es un país abierto a la migración y está llegando mucha gente.

- ¿Se siente la presión de Estados Unidos?

-Sí. Trump ha amenazado con cerrar la frontera terrestre con México si no frena a estos migrantes, lo que sería un grave problema económico para el país. Se estima que por allí cruzan al día 2.000 millones de dólares. Es por donde pasa el 80 por ciento de las exportaciones del país. Si bien, éste también sería un grave problema para Estados Unidos, no sólo para México.

- ¿Se teme más a ese bloqueo que al famoso muro de Trump?

-Desde luego. Creo que no es tan fácil de construir, pero con ese loco nunca se puede descartar nada.

- Se fue de misiones a Centroamérica hace 40 años. ¿Qué le empujó a hacer las maletas?

-Con la entrada de España en la Unión Europea me di cuenta de que Asturias iba a perder a sus pequeños y medianos campesinos. Me gustaba el trabajo social y vi que aquí ya no tendría futuro. También buscaba un lugar en el que pudiese trabajar como docente sin hacer oposiciones. Así fue como llegué a Guatemala. También estuve en México, Nicaragua, nuevamente Guatemala y otra vez en México.

- Fundó también una ONG.

-En Guatemala creamos SEFCA, en 1992. En un primer momento la idea era ser la ilusión y esperanza de los países centroamericanos, que habían pasado muchos años de guerra y lucha. Luego pasamos a plantear aspectos como la agricultura ecológica, que les permitía comer sano y vender excedentes o la medicina alternativa, que era la única a la que podían tener acceso. Y ahora estamos en una etapa más política. Tratamos de lograr el empoderamiento de la juventud, las mujeres y de los pueblos indígenas.

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