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Habla la familia del avilesino al que golpearon en una verbena

El agredido en las fiestas de Piedras Blancas tendrá graves secuelas: "Tuerce la cara"

"Gastaré todo mi dinero para que paguen los culpables", cuenta la madre del joven, rota por el dolor

El furgón de la Guardia Civil, ante la puerta del garaje de los Juzgados, con los detenidos, el martes. JULIÁN RUS

"Se le va la cara para un lado y le sale sangre por un oído. No habla como hablaba. Le van a quedar secuelas". M. S. lleva desde la madrugada del sábado pegada a una cama del HUCA, donde ha estado "debatiéndose entre la vida y la muerte", su hijo, L. E. P. S., el avilesino de origen ecuatoriano herido de gravedad en las fiestas de Piedras Blancas (Castrillón) tras, presuntamente, recibir un puñetazo, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. "Sigue mal y el proceso de recuperación va a ser largo", advierte a través del teléfono, con la voz rota por el cansancio y un marcado acento ecuatoriano. La progenitora de L. E. P. S., asegura que él no recuerda nada sobre el autor de la agresión: "Dice que sintió un golpe y que se cayó, pero no sabe quién se lo dio".

L. E. P. S. entró en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en la madrugada del sábado. Tenía varias fracturas en el cráneo y estuvo, según su madre, "entre la vida y la muerte" hasta ayer. Ante su buena evolución, los facultativos lo han pasado a planta. "Aun así tiene tres coágulos de sangre en la cabeza que no se han deshecho. Todavía hay que esperar mucho", advierte la progenitora sobre el estado de salud de la víctima. "Hasta que no pase todo, no sabremos qué secuelas le quedarán", agrega sobre un proceso de recuperación que, prevé, acabarán en el Hospital San Agustín de Avilés.

Pese a ello, M. S. afirma que su hijo la reconoce y habla con ella. "Se le escapan las lágrimas cuando hablamos", desvela la mujer, que hace muchos años que llegó a Avilés desde el país sudamericano. "Estamos los dos solos aquí. Solo nos tenemos el uno al otro. Es mi única familia", explica, con el alma desgarrada por el dolor: "He pasado mucho miedo, muchos nervios y mucho dolor. Me avisaron por teléfono de que tenía que venir al hospital porque mi hijo estaba grave y, la verdad, no recuerdo ni cómo llegué a Oviedo".

"Quiero que paguen"

M. S. ha preguntado a su hijo cómo sucedieron los hechos que le han llevado a pasar cuatro días en la UCI. Hasta ahora, se sabe que la agresión que dejó grave a L. E. P. S. tuvo lugar en torno a las 4.30 horas del sábado, en la plaza de Europa, en ese momento epicentro festivo de los festejos locales de Piedras Blancas. Lo que se desconoce, de momento, es su autor. La Guardia Civil arrestó a cuatro sospechosos el lunes. Uno de ellos, A. S. G., avilesino y de 33 años, se entregó. Los otros tres, I. P. I, avilesino de 38 años, O. S. R., también de Avilés y de 32 años y F. B. R., natural de avilés aunque residente en Castrillón, fueron detenidos por los agentes durante la tarde. Ninguno de ellos reconoció ser el autor del golpe que dejó grave a la víctima.

El martes pasaron a disposición judicial. Tras declarar ante el Juzgado de primera instancia e instrucción número 5 de Avilés, la magistrada y la Fiscalía decretaron el ingreso en prisión preventiva, comunicada y sin fianza, para F. B. R., por considerarle el autor del golpe que ocasionó las graves heridas. Los otros tres quedaron en libertad con cargos. Tendrán que presentarse en el juzgado cada dos semanas y tienen una orden de alejamiento de 150 metros de la víctima.

El abogado del encarcelado explicó a este periódico que se le había considerado culpable después de que dos testigos declarasen que el agresor era una persona de entre 1,60 y 1,70 metros de altura, con poco pelo y de complexión fuerte. Una descripción demasiado vaga a juicio del letrado. Nuevamente, en sede judicial ninguno reconoció ser el autor del golpe.

"Lo que quiero es que haya justicia. Soy pobre, pero llevo muchos años ahorrando. Pienso gastarme hasta el último céntimo para que quien hizo esto lo pague", clama la madre, quien asegura que su hijo ya había tenido un altercado con uno de los cuatro detenidos. "Una vez ya se habían peleado y a mi hijo le habían tenido que poner puntos por su culpa. En aquella ocasión yo le dije que no denunciase, que no se metiese en líos. Pero ahora quiero que paguen", advierte.

De todos modos, ahora la única prioridad para M. S. es que su hijo se recupere cuanto antes. "Es un chico de 31 años que está muy fuerte. Dios permita que no sea nada y que pueda recuperarse sin secuelas", concluye.

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