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Luces y sombras de la industria comarcal

Saint-Gobain iniciará el año con un incremento de vidrios para construcción

La orden es fabricar más producto plano, si bien la producción de laminados se resentirá y la línea de parabrisas sigue de capa caída

Una carretilla elevadora circula por el interior de la fábrica de vidrio de La Maruca. MARA VILLAMUZA

Saint-Gobain Cristalería comenzará el año con un incremento de producción en el área de vidrios para construcción. En La Maruca, la multinacional francesa aparte de este área, cuenta con la de parabrisas. Lo que está encima de la mesa, de momento, es la situación presente de la primera de las dos áreas (Glass), que en Avilés produce vidrio laminar plano (ventanas, escaparates), vidrio de capas (especial para edificios como rascacielos o aeropuertos) y plateado (espejos). Lo que pretende la compañía es incrementar el personal de la primera de las líneas y reducirlo en la segunda. La razón es que la dirección internacional de la compañía ha decidido que sea una fábrica de la República Checa la que se encargue de nutrir de vidrio de capas a Francia y no la de España. Esta decisión contrasta con la decisión de aumentar la producción de vidrio básico.

Los sindicatos del comité de empresa negocian con la empresa el traslado de personal que será necesario, de tal modo que estos meses que restan hasta comienzos de año sirvan de formación para la plantilla que comenzará la producción de manera efectiva en enero próximo. Esta negociación supone la adecuación de los días trabajados por el personal. Se da la circunstancia de que la línea de vidrio laminar plano está a pleno rendimiento, hasta tal punto que cuentan con un turno entero de trabajadores eventuales con contratos que concluyen en enero.

La compañía busca comenzar la próxima campaña en el área de construcción con cinco turnos, es decir, reforzando ese pleno rendimiento. El quinto turno llegaría del personal fijo de empresa que ocuparía las plazas de los trabajadores temporales. Estos recién llegados procederán de la línea de capas. Manipular una u otra clase de vidrio precisa de una formación previa. Y, según fuentes del comité de empresa, esa es la que se adquirirán en las semanas venideras.

La circunstancia del área de parabrisas (Sekurit) va por otro camino. Los trabajadores temen una caída de producción "enorme" como consecuencia de la decisión de la empresa Citroën de dejar de producir su modelo C4 Picasso (este año C4 Space Tourer). Los trabajadores llevan años advirtiendo de que la fábrica de parabrisas depende de una manera inusitada de la industria del automóvil y por esa razón los sindicatos, todos, se han movilizado. El miedo se ha incrementado con la apuesta de Saint-Gobain en Marruecos. En 2017 los trabajadores ya denunciaron que la mitad de los pedidos de parabrisas de Avilés se iban a Kenitra. Este hecho se ha formalizado, sobremanera, en los vidrios de bajo valor añadido (turismos utilitarios). Consideran que la empresa desviste un santo para vestir a otro. Y que lo hace a costa de los empleados.

Este argumento recurrente vuelve a salir a colación. La última vez que fue a principios del verano, cuando el responsable regional de CSI, basándose en su propia convicción (no es trabajador de Cristalería), aseguró que Saint-Gobain iba a cerrar la fábrica de Avilés. En noviembre próximo hay elecciones sindicales y CC OO se enfrenta en una posición más débil que otros años: defiende en solitario (le acompañó en Arbós la CGT, que no tiene representantes en Avilés) su posición: haber firmado un convenio colectivo de tres años -que tanto UGT como CSI tachan "del peor de todos"-, que sometieron a referéndum en pleno verano y que fue aprobado por sólo 17 votos.

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