Escocia, Francia y Estados Unidos serán el destino de los últimos encargos de estructuras para parques eólicos marinos que tiene en cartera Windar RenovablesLa fabricación para la instalación Kincardine, que se ubicará a 15 kilómetros de la ciudad escocesa de Abardeen, ya se ha iniciado en los talleres avilesinos, el próximo año arrancará la del encargo parque el parque marino de Saint-Brieuc, en la Bretaña francesa, y también en los próximos meses comenzarán los trabajos para el que será el primer proyecto de eólica marina de la eléctrica española Iberdrola en Estados Unidos, las cimentaciones de la instalación Vineyard Wind. Las macroestructuras para estos proyectos tomarán los muelles avilesinos durante el año que viene y 2021. Se espera que la lista de pedidos engorde en próximas fechas. Windar opta a varios proyectos pendientes de adjudicación, entre ellos varios de Iberdrola.
En los talleres del Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA) se avanza en el encargo realizado por Cobra a la UTE Navantia-Windar, la construcción de cinco unidades de eólica marina flotante para el parque Kincardine. En Avilés se fabrican cilindros gigantes y tubos de acero que luego se ensamblan en los astilleros de Navantia en Fene (Ferrol) y que constituyen la plataforma que flota en el mar y sobre la que se instalan aerogeneradores de 9,5 megavatios. Para cada unidad, se fabrican en Windar tres cilindros enormes de hasta once metros de diámetro, que van unidos por tubos de chapa de hasta dos metros de diámetro. El tajo para Kincardine se dará por concluido a lo largo del verano de 2020.
Fuentes del sector sostienen que la eólica marina flotante tendrá un gran desarrollo futuro. Su tecnología está en una fase inicial y las eléctricas han visto en este sector un nuevo reto puesto que una vez esté madura permitirá poner en marcha muchos más emplazamientos sin limitaciones de profundidad. La UTE Windar-Navantia tiene mucho camino recorrido de cara a proyectos futuros, puesto que ha construido cinco unidades para Hywind (Reino Unido) y Windfloat Atlantic (Portugal).
Una vez finalizado el encargo de Kincardine, está previsto que comience la fabricación de las estructuras que suministrará Windar en alianza con Navantia para la zona de Saint-Brieuc, en la costa francesa. La UTE aportará 62 "jackets" (las plataformas que van ancladas al fondo del mar y que sostienen los molinos de viento), similares a las que emergen ya en el Mar del Norte y que conforman el macroproyecto East Anglia. El futuro parque francés, promovido por Iberdrola, estará situado a 20 kilómetros de la costa de la zona de Bretaña, contará con una potencia de 496 megavatios y ocupará una extensión de 78 kilómetros cuadrados. Con una inversión de 2.500 millones, su puesta en funcionamiento está prevista en 2023. En Avilés se fabricarán los anclajes y toda la maraña de tubos que conforman la estructura sobre la que se erigen los eólicos marinos.
Distintas son las piezas que se fabricarán en Avilés para el parque Vineyard Wind, el primer proyecto de eólica marina de Iberdrola en Estados Unidos y el mayor del país. Windar, en esta ocasión en solitario, suministrará las cimentaciones de 84 torres eólicas, en concreto unos enormes tubos de acero que se clavan en el fondo del mar y sobre los que se instalan los molinos de viento, de 9,5 megavatios cada uno. El macroproyecto se construirá frente a la costa de Massachusetts y tendrá capacidad suficiente para cubrir el consumo eléctrico de un millón de hogares. Estados Unidos es precisamente uno de los mercados en los que se espera un gran empuje de las renovables en los próximos años, y del off shore (eólica mar adentro) en particular.
Navantia y Windar, que ya han completado su encargo para el macroparque eólico británico East Anglia, que estará a pleno funcionamiento el próximo verano, están presentando ofertas para nuevos proyectos en Europa, Asia y Estados Unidos.
