Favila ya no pinta solo. El hijo del pintor de Grado, que se llama igual que su progenitor, inauguró ayer en la sala de exposiciones de la Escuela de Artes y Oficios la muestra "Sinergias propias", una colección en la que mezcla paisajes urbanos y músicos en plena acción: "Cosas que me gustan y me llaman la atención", destacó Favila González minutos antes de recibir al público que acudió a la convocatoria del centro escolar en el que da clase su padre. Catorce tablas a exposición, hasta el 22 de diciembre.

Favila González dice que no recuerda "un momento sin pintar nada". Y es normal: "Me he criado toda la vida entre pinceles", recalca. "Estoy seguro de que igual que no hubo comienzo, tampoco va a haber final; voy a seguir pintando siempre", señala. Y cuando habla de su padre disfruta ponderándole. "En la lista de los pintores a los que admiro está él y en la lista de las personas a las que admiro también está él: siempre el primero", aplaude. "Nunca me dio clase en plan 'dar clase', pero siempre estoy aprendiendo de él", continúa.

Favila, el genuino, el padre del artista, aplaude el trabajo que está llevando a cabo su hijo. "Tiene muchos rasgos comunes conmigo, pero es normal, también me pasa con mis alumnos de la Escuela. Estoy seguro, sin embargo, de que muy pronto se va a soltar. Cuando yo empecé miraba a Piñole, a Santarúa...", se reafirma el progenitor, hijo, a su vez, de Amado González, "Maxti", un pintor publicitario.

La muestra de la Escuela, cuenta el joven artista, nació con los "retratos musicales". De los catorce cuadros que la componen, "al final sólo quedaron dos", reconoce el artista avilesino (1992). Los músicos son un elemento reiterado en la obra de Favila González. "Es algo que me atrae mucho", apunta. Y esa fue la línea que marcó la exposición "Crescendo", que se exhibió la pasada Navidad en Gijón, en la Fundación Alvargonzález. "Incluyo en las 'Sinergias propias' un retrato de Carol Duffer", cuenta. Y añade a continuación: "Y sé que le gustó". González colgó una reproducción de su retrato en Instagram. "Recibí un 'like' de su cuenta", certifica. El otro cuadro de músicos retrata un grupo de intérpretes sentado en un bar.

La otra parte de la exposición va de paisajes urbanos "heterogéneos", dice el recién graduado en la Universidad de Castilla-La Mancha. Favila González trabajó en el Museo Nacional de Arte Abstracto, en la provincia de Cuenca. Ahora reside entre Madrid y Asturias. "Pero siempre consigo organizarme para pintar", aclara el artista, que no se ve de otra manera si no es con un pincel en las manos. "Estoy seguro que nunca voy a dejar de pintar", recalca. "Aunque no vendiese, seguiría pintando". añade González, que hace unas semanas despidió la muestra en la galería gijonesa Aristas.

La exposición de Favila González estará abierta hasta el próximo día 22 de diciembre. El pintor avilesino asegura que, ahora, lo que va a hacer es "ir avanzando en detalles nuevos que me interesan". Este es el primer paso para cocinar una idea que luego tomará cuerpo en su pintura.