Las jornadas de las ciencias de Gozón concluyeron ayer con la pediatra Isolina Riaño, gran conocedora de la influencia de la tecnología y la ciencia en la medicina.
- ¿Qué influencia han tenido la tecnología y la ciencia en la medicina?
-Supusieron una mejora en la supervivencia y en la atención de muchas enfermedades, hay varios ejemplos: desde el cambio del final de la vida o el inicio, todo el desarrollo de los cuidados intensivos o las técnicas del genoma humano, entre otras.
- ¿Ha sido una revolución?
-Sí, sin duda; y muy positiva. No conviene olvidar, no obstante, que muchas enfermedades con las que antes te morías, ahora, gracias a los avances se han transformado en dolencias crónicas, que es cierto que no se pueden curar pero sí nos permiten tener mejor calidad de vida.
- Tecnología y ciencia sí, pero ¿hasta qué punto?
-Hay que buscar el equilibrio para que los avances tecnológicos mejoren y beneficien a la humanidad y, por otra parte, no perder el contacto humano, la relación de confianza que se establece entre médico y paciente. Hay estudios que dicen que un robot puede diagnosticar más rápido y mejor que un médico, hay que ver si eso es deseable o no, porque perderíamos el contacto humano.
- ¿Cómo valora el avance tecnológico en la medicina?
-Desde los años sesenta, las técnicas de soporte vital, el poder hacer los cuidados intensivos o los trasplantes han sido muy importantes. Es un avance tremendo.
- ¿Cómo prevé el futuro?
-La tecnología seguirá avanzado, pero no podemos olvidar el lado humano de la medicina.