No hubo ni un centollo ayer de madrugada en la rula de Avilés. Este marisco es uno de los más reclamados por los comensales que se sientan a la mesa en estos días navideños. El pasado año, se había vendido a 18 euros y el anterior a cerca de 25. Lo que sí que hubo fue rape. El negro se vendió a entre 20 y 21 euros y el blanco a entre 15 y 20. Se diferencian en la membrana que rodea su intestino: en el rape negro es de color negra y en el rape blanco, blanca. En cuestión de tamaños, el negro suele ser inferior al blanco. También se diferencia por el mejor sabor de su carne, más consistente y sabrosa en el rape negro. Esto explica la diferencia de los precios.
El precio del besugo bajó a la mitad con respecto al año pasado: de cien a cincuenta. En el lado contrario de la balanza estuvo el mero: la subida fue de un 23 por ciento con respecto al año pasado.
Nueva Rula de Avilés ha habilitado a cerca de doscientos compradores mayoristas: todas las grandes superficies incluidas. Estos compradores son los que llevan las cajas a los mercados distribuidores de las grandes ciudades. La empresa avilesina trabaja con una dos fechas de antelación a los grandes banquetes.
El sistema de gestión de venta de productos pesqueros instalado en Nueva Rula de Avilés se ha convertido en un referente nacional y europeo. La exposición tradicional de cajas en el suelo, así como su arrastre, volcado y manipulación han sido sustituidos por cintas transportadoras que evitan el contacto con elementos que puedan contaminar el producto.