Siete jóvenes recibieron ayer en el salón de actos del Ayuntamiento de Avilés un reconocimiento por sus trayectorias académicas brillantes en distintos centros educativos de la comarca. La alcaldesa, Mariví Monteserín, acompañada de la concejala de Educación, Nuria Delmiro, celebró con ellos y algunos de sus familiares presentes un acto que, aunque "sencillo, está hecho con todo el cariño" para poner en valor su esfuerzo.
Todos ellos han sido distinguidos con los Premios Extraordinarios de Educación que el pasado 30 de enero se entregaron en Oviedo al conjunto de galardonados en Asturias, un total de 47, y que contó con la presencia del Presidente del Principado, Adrián Barbón, y de la consejera Carmen Suárez. Son los mejores estudiantes del pasado curso en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato, Enseñanzas Artísticas o Formación Profesional.
La alcaldesa de Avilés, que les entregó un obsequio y les saludó uno a uno, comenzó por Julio César Riesgo Cano, que obtuvo la distinción al esfuerzo personal. Tiene 18 años y se le reconoce el trabajo que ha realizado durante toda la etapa formativa pese a tener un trastorno del espectro autista.
No pudo asistir al acto Raquel Menéndez González, premiada en el ámbito de las enseñanzas artísticas profesionales, una joven violinchelista que después de varios años como alumna del conservatorio Julián Orbón, continúa ahora su carrera profesional en Zaragoza. Acudió uno de sus familiares. Tampoco pudo estar presente Lucía González Cancedo, que cursó Comercio y Marketing en el Instituto de Secundaria Menéndez Pidal, con un 10 en todas las asignaturas del ciclo. En su lugar asistió la directora del centro, Ana López Parra.
La nota media de Desireé Barrientos Soto también fue de excelencia: un 9, 88 en el Instituto Isla de Deva de Piedras Blancas (Castrillón), donde se formó como técnico superior de Laboratorio Clínico y Biomédico.
Entre los jóvenes asistentes, varios ya se han incorporado al mercado laboral, tal como se comentó a lo largo del acto. Entre ellos, se encuentra María del Carmen Gutiérrez Suárez, que trabaja en una escuela de Gijón tras cursar un ciclo superior de Educación Infantil en el Instituto Carreño Miranda con un expediente impecable. Idéntico es el caso de Celeste Luque Ramos, que estudió Administración en el centro integrado de formación profesional de Avilés y tiene su empleo en un departamento de recursos humanos de una conocida cadena de supermercados de la región.
En el mismo centro de formación profesional logró un expediente digno de reconocimiento Daniel García Álvarez, que se formó en Mecatrónica industrial consiguiendo un 9,5 de nota media. Sus expectativas laborales también son muy buenas, según comentó en un breve diálogo con la alcaldesa a la hora de recoger su obsequio.
Durante el acto, al que también asistió la concejala de Ciudadanos, Carmen Pérez Soberón, Monteserín destacó el valor de la formación e invitó a los jóvenes a seguir aprovechando siempre los recursos públicos a su alcance para mejorarla e incrementarla. A la vez, les animó a que se planteen un proyecto de vida en Avilés.
"Queremos deciros que estamos muy orgullosos como ciudad de estos expedientes académicos y que lo reconocemos con un acto sencillo, pero público y en este salón de actos del Ayuntamiento que es la casa de todos", explicó la regidora, que deseó que el fruto de esa educación y esfuerzo "pueda revertir en el municipio".
Se refirió además, como ya ha hecho en otras ocasiones, a que el municipio trabaja para ser cada vez más atractivo en materia de oportunidades laborales y como lugar de residencia. Y abundó en su anhelo de que estos jóvenes puedan desarrollar su proyecto de vida en la ciudad. "Ojalá os podáis quedar a vivir aquí, es un objetivo por el que seguimos trabajando", concluyó.
