Cuatro refugiados acaban de estrenar los miniapartamentos para demandantes de asilo que Cruz Roja habilitó en su sede de la calle Jovellanos, en las plantas que se destinaron a geriátrico y que permanecían en desuso desde 2013. Fue en 2015, en plena crisis migratoria, cuando la organización decidió reformar el céntrico edificio con la idea de poder albergar a unos cincuenta refugiados sirios. Cinco años después, y tras unas obras que se demoraron más de lo previsto inicialmente por los trámites burocráticos, dos familias demandantes de asilo han estrenado las nuevas instalaciones.

Los primeros residentes llegaron de Madrid en la noche del miércoles, unas horas antes de la inauguración oficial de una reforma que se extendió a las oficinas de la asamblea local. En Avilés se han habilitado catorce minipisos con 34 plazas que se suman a las 113 de la asamblea gijonesa y a los pisos que gestiona el colectivo ACCEM.

Garantizar la acogida e integración de solicitantes de protección internacional es el principal objetivo de este proyecto, en el que trabajan voluntarios y una docena de profesionales (trabajadores sociales, educadores, psicólogos, abogados, técnicos de empleo, mediadores...). La asignación de los demandantes de asilo se gestiona directamente el Gobierno central. Los minipisos recién estrenados disponen de dormitorio y de aseo. El servicio de comidas será de catering.

Cruz Roja ha intervenido desde 2006, cuando puso en marcha en Gijón el programa de refugiados, con más de setecientas personas (de ellos 122 menores de edad) de sesenta nacionalidades distintas. "El perfil responde a jóvenes de entre 18 y 34 años con menores a su cargo. El itinerario es de dieciocho meses. Los seis primeros se desarrollan en un centro como este. Los otros doce ya son fuera del centro, ayudando en la integración para que puedan ser autónomos", explicó ayer el responsable del programa, Ignacio García López, en el acto inaugural. Agradecido e ilusionado se mostró el presidente de la asamblea local de Avilés, Belarmino Martínez, tras años esperando por un estreno que se hizo de rogar. "Se trata de dar un mejor servicio y atención a los usuarios, de dar una mejor respuesta a los colectivos más vulnerables", destacó el presidente regional de Cruz Roja, José María Lana Alonso. No se perdió el acto la vicepresidenta de la Junta General del Principado, Celia Fernández, expresidenta regional de Cruz Roja.

La alcaldesa Mariví Monteserín recordó como "Avilés se movilizó" aquel 2015, cuando la imagen del pequeño Aylan Kurdi, muerto sobre la arena de una playa turca, dio la vuelta al mundo y despertó un "pico de solidaridad" por la crisis humanitaria siria. "Perdemos población, bienvenidos aquellos que vengan en búsqueda de una vida mejor", señaló la regidora.

Las 21 asambleas asturianas atendieron el año pasado a 70.000 personas, de las que 6.000 corresponden a la de Avilés, que cuenta con más de 300 socios.