La empresa de servicios tecnológicos multicanal Konecta comunicó ayer a los sindicatos la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afectará, según fuentes del comité de trabajadores, a 13 de las aproximadamente 140 empleadas del "call center" avilesino. La empresa aduce causas de fuerza mayor para justificar la regulación de empleo, y más en concreto la necesidad de reducir plantilla para acomodar al resto en las salas de trabajo de modo que se minimice el riesgo de contagios por coronavirus, una instrucción que ya había dado hace días la Inspección de Trabajo. Los sindicatos CSI, CC OO y UGT han sido excluidos de la negociación del ERTE, centrándose únicamente la interlocución en la central independiente CTIK y en la USO. La CSI ya ha anunciado que impugnará el ERTE por el artículo 30 del Estatuto de los Trabajadores y que exigirá que las afectadas se queden en casa, pero cobrando el 100% del salario. Al margen del ERTE, fuentes sindicales denuncian que Konecta ha mandado para casa a personal que estaba en periodo de prueba en dos campañas.