Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alison Luis de Oliveira, en un coche policial a las puertas de los Juzgados de Avilés.MARA VILLAMUZA

ALISON LUIS DE OLIVEIRA | Investigado por el asesinato de Paloma Barreto, en prisión preventiva

"Soy víctima de una injusticia y estoy sufriendo: yo no maté a Paloma Barreto"

"Por mi orientación sexual, en prisión estoy en riesgo de exclusión social: estoy en un módulo de hombres cuando yo siempre hice vida con mujeres"

El último episodio de la crónica negra avilesina se escribió el pasado 21 de septiembre en un piso de citas de la calle La Cámara. Allí fue hallado el cuerpo sin vida de la prostituta transexual de origen brasileño Paloma Barreto. Su compatriota Alison Luis de Oliveira es, según la Fiscalía, el principal sospechoso de haberle asestado las 18 puñaladas que acabaron con su vida. Actualmente se encuentra en prisión provisional en el Centro Penitenciario de Asturias a la espera de juicio. Desde allí contesta a las preguntas de LA NUEVA ESPAÑA en una carta escrita de su puño y letra en un casi perfecto castellano.

-¿Quién es Alison Luis de Oliveira?

-Soy un chico muy sociable, educado, familiar y amable. Nací en Brasil. Siendo menor de edad trabajé durante cuatro año para una conocida multinacional de hamburguesas, donde llegué a tener cargos de responsabilidad. También estuve casado cuatro años con un chico brasileño.

-¿Cómo llegó a España?

-Estaba un poco cansado de mi vida cotidiana en Brasil, por lo que decidí venirme a España. Mi llegada, sin conocer a nadie, fue estupenda. Viví en un piso de Gerona, donde conocí y disfruté de gente maravillosa. Mi expectativa cuando llegué a Europa siempre fue crecer como ser humano.

-¿A qué se dedicaba antes de todo esto?

-Me dedicaba a la peluquería, como maquillador y profesional en uñas, siempre dando lo mejor de mí. En mis ratos libres también trabajaba en pisos de servicios, como masajes, etcétera. Conocí todo tipo de clientes: buenos y malos, pero los sabía llevar muy bien, porque soy una persona educada y amable.

-¿Cómo conoció a Paloma Barreto?

-La conocí en un piso particular donde trabajaba en Galicia. Ella decía que en sus 15 años en España fue donde más creció como persona.

-¿Cómo era Barreto? ¿Cómo la describiría?

-No puedo describirla mucho, porque la conocí durante poco tiempo, durante dos meses y medio. Yo la miraba como a una transexual muy preocupada por su casa y por su relación con su actual o exmarido, que vivía en Alicante. Demostraba que no tenía mucha estabilidad y que luchaba siempre por su bienestar. Le gustaba mucho su cervecita, la fiesta y estar con personas contentas.

-El entorno de Barreto mantiene que ustedes eran pareja.

-No le doy mayor importancia a lo que diga esa gente. Paloma y yo teníamos una relación de amistad y también profesional. Nos ayudábamos mutuamente en muchos trabajos. Lo que ejercía yo también lo ejercía Paloma, pero respetábamos nuestros espacios.

-¿Estaba enamorado de ella?

-Nunca lo estuve ni lo estoy. La admiraba mucho por su buena conducta como amigos de copas, de fiestas... Era una persona con la que no tenía problemas para trabajar, el cliente siempre se marchaba satisfecho. Paloma decía que a ella le gustaba disfrutar y que a mí me veía más femenina que ella. Yo no era su tipo de chico.

-Mantiene que usted dejó a Paloma discutiendo con un hombre en el domicilio en el que posteriormente fue hallada muerta.

-El delito lo cometió otra persona. No recuerdo muchos detalles de cómo era el hombre, pero se trataba de un señor con poco pelo o calvo, un poco gordo y que llevaba una camisa o una cazadora negra. En ningún momento escuché a Paloma llamarlo por el nombre. No sé si fue él quien la mató. Sé que ambos discutieron en la vivienda y, dada mi situación irregular en el país, fue cuando decidí irme a León, donde tenía residencia.

-¿Por qué se entregó allí a la Policía?

-Porque no tenía nada que temer.

-¿Cómo vivió el momento de su detención?

-Mis primeras horas detenido fueron muy sufridas. Dormí encima de una piedra y fui tratado denigrantemente por mi condición sexual. No pude contactar con mi familia y no tuve acceso a mis enseres personales.

-Lleva siete meses en prisión preventiva. ¿Cómo se encuentra?

-Psicológicamente estoy muy mal. Se está actuando sobre mi con injusticia, porque no hice nada.

-Permanece interno en el módulo de enfermería. ¿Cómo es su relación con el resto de presos?

-Es buena, aunque por mi orientación sexual creo que estoy en riesgo de exclusión social: me encuentro en un módulo con todo hombres y mi vida social siempre ha sido entre mujeres. Eso me hace sentido miedo e inquietud con lo que pueda pasar.

-¿Cómo es la relación con su familia?

-Es muy buena. Hablo con ellos todos los días. Están tranquilos porque saben que no soy culpable.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.