La limpiadora que halló el sábado de tarde el cuerpo de Paloma Barreto en el séptimo izquierda del número 62 de la calle La Cámara se encontró con una escena aterradora. El cadáver yacía en el suelo de la habitación totalmente desnudo y boca abajo, sobre un gran charco de sangre. La muerte ocurrió el pasado viernes a última hora de la tarde, es decir, pasaron menos de veinticuatro horas desde el fallecimiento hasta que la víctima fue encontrada. El mismo día del crimen, la mujer transexual asesinada habló con su compañero de piso alicantino por teléfono y le contó que se encontraba "bien". No esperaba el fatídico final a novecientos kilómetros de su casa.
El autor del brutal crimen no dudó en asestar casi veinte puñaladas, algunas de mortal necesidad, que provocaron la perforación de la arteria aorta, y otras no menos graves, tanto en el corazón como en los pulmones. El asesino empleó un cuchillo de filo largo y también tuvo tiempo para asestar más puñaladas, eso sí, menos profundas que las anteriores, en la espalda y en las nalgas. Después, presumiblemente, huyó del escenario del crimen. Posteriormente, el domingo fue detenido en la estación de autobuses de León el presunto autor de la brutal agresión para ser trasladado después a las dependencias de la Comisaría de la Policía Nacional en la calle Río San Martín de Avilés.
En el escenario del crimen, también fueron encontrados diversos objetos empleados en juegos sexuales, tales como fustas, esposas y otros. Ya el pasado domingo, este periódico publicó que la mujer transexual de origen brasileño había alquilado el piso en compañía de un varón, que precisamente, tenía arrendado un cuarto contiguo en la misma vivienda de la calle La Cámara número 62.
Según fuentes próximas a la investigación, el piso del brutal crimen es propiedad de una mujer natural de Hungría. La gestión y las labores de limpieza en la casa de citas, una de las aproximadamente treinta que existen en Avilés, corría a cuenta de la madre de la propietaria, que fue quien se encontró con la espeluznante escena el sábado a las 16.00 horas.
La investigación sigue abierta y, por el momento, la Policía Nacional ha detenido a un varón de la misma nacionalidad que la asesinada con la que mantenía una amistad. Además, los dos ejercían la prostitución. Se conocían desde hace tiempo.
Concentraciones
Avilés y Gijón convocaron ayer concentraciones de repulsa contra el asesinato de Paloma Barreto. La avilesina, con más de un centenar de personas, fue en la plaza de España y, en ella, se denunció la "discriminación constante" del colectivo transexual. Sus convocantes -Kaleide, Transire, Les Rudes y Apramp- reclamaron una ley integral Trans al Principado y se corearon cánticos como "Ninguna agresión sin respuesta" y "No son muertes, son asesinadas". Durante la concentración, el colectivo Transire denunció que Brasil, país de origen de Paloma Barreto, "es donde más mujeres transexuales mueren" y pidió el fin de la Ley de Extranjería y una regulación autonómica y estatal para el colectivo.
Paloma Barreto fue asesinada "por ser mujer y transexual". Así lo aseguró Josune Álvarez, coordinadora de Xega, en la concentración de repulsa que tuvo lugar ayer en Gijón: "Es un delito de violencia de género clarísimo". Para Josune Álvarez, "es el asesinato de una mujer, transexual, migrante y trabajadora del sexo, una minoría dentro de las minorías, que refleja la vulnerabilidad que tenemos".
Por ello, aprovechó para solicitar la aprobación de una "ley integral trans que ampare a todas las personas transexuales en el ámbito social, laboral, educativo o de salud", una legislación que, a ojos de la coordinadora de Xega, "urge, para que las personas estén protegidas".
