La Unión Europea ha vuelto a reincidir en el agravio histórico del que son víctimas las cofradías de pescadores españolas -un tipo de entidades que vertebran el sector en comunidades autónomas como el Principado- condenándolas esta vez a quedarse fuera del millonario paquete de ayudas que nutrirá el plan de rescate diseñado para evitar el hundimiento del sector pesquero como consecuencia del impacto en el mismo de la epidemia de COVID-19. "Desde la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias celebramos la aprobación de ayudas europeas para el marisqueo, las flotas y las organizaciones de productores pesqueros, pero observamos con indignación cómo las cofradías siguen siendo las grandes olvidadas, incluso en momentos tan graves de crisis sanitaria", critica Adolfo García Méndez, el presidente de la entidad que aglutina a las 19 cofradías de pescadores asturianas.
El Consejo de la Unión Europea, en el que están representados los gobiernos de los Veintisiete, dio luz verde la semana pasada a una serie de medidas para apoyar al sector pesquero y la acuicultura, que se han visto afectados económicamente a causa de la pandemia de coronavirus. Las ayudas fueron consensuadas tras enmendar la regulación del Fondo Marítimo y Pesquero Europeo y y se espera que entren en vigor a finales de esta semana. El paquete de medidas incluye, entre otras, apoyo por el cese temporal de las actividades pesqueras con una tasa máxima de cofinanciación del 75% del gasto. Además, el apoyo a los pescadores por amarre de barcos no estará sujeto a los límites financieros aplicables a otros casos de paralización temporal. Se tendrá en cuenta igualmente a los pescadores a pie y a las organizaciones de productores, "que desempeñan un papel fundamental en la gestión de la crisis como reguladoras del mercado".
El no reconocimiento de las cofradías de pescadores como organizaciones de productores es el quid de la cuestión: "Somos el sostén del tejido económico de las pequeñas comunidades pesqueras en la mayoría de los puertos de España, representamos a la flota artesanal -esa que tan positivamente se valora cuando interesa- y aglutinamos a las partes social y empresarial del sector. Pero como no somos organizaciones de productores, las líneas de ayudas europeas nos ignoran", explica García Méndez.
Por todo lo anterior, la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias, en línea con la federación nacional, pide a los responsables comunitarios que recapaciten y rectifiquen; y a los interlocutores pesqueros españoles, que defiendan en los foros europeos la singularidad de las cofradías, "que intervienen de forma mayoritaria en el ámbito de la producción y el comercio de la pesca, que están activas desde hace siglos, que dan apoyo a un sector esencial como es el de la pesca y que contribuyen con sus pocos medios a que se mantenga la actividad durante la crisis con el menor riesgo para las personas". De lo contrario, y dadas las apreturas que están sufriendo las cofradías asturianas por la caída del valor de las ventas -su principal fuente de ingresos-, "peligran puestos de trabajo y la futura recuperación de su actividad".
