Grupo Industrial Riesgo, propietario de Alu Ibérica desde hace menos de un mes, insiste en que, de su mano, la empresa y los casi 600 trabajadores de las plantas de Avilés y La Coruña entrarán en "una nueva etapa de futuro". Así lo comunicó ayer en una nota de prensa en la que el cuestionado adquirente de la fábrica avilesina de aluminio dice haber "acelerado la adopción de medidas y la implementación de las inversiones que llevaban nueve meses de retraso con el objetivo de ayudar a la reconversión industrial de ambas fábricas hacia un modelo más sostenible de aluminio verde circular".
La compañía aprovechó una visita que hicieron ayer "expertos técnicos" a ambas plantas para anunciar la entrada en una nueva fase "de comunicación y transparencia", un plan que se enmarca en el deseo de obtener la confianza que desde el primer día negaron al Grupo Riesgo los representantes sindicales y últimamente también las administraciones.
Los "expertos" fichados por la nueva propiedad de Alu Ibérica para reflotar el negocio de la antigua Alcoa, "se han focalizado en estudiar a fondo las dos plantas y sus procedimientos, sus necesidades y hacer frente a las obligaciones más inmediatas para garantizar la continuidad de las plantas, proceso necesario para gestionar un proyecto viable y de futuro para todos los empleados", señala el comunicado de Riesgo. La visita, prosigue la comunicación, "es el punto de partida que tiene como objetivo final la reconversión industrial de ambas plantas para lograr posicionarlas en el polo industrial de aluminio verde circular más importante del sur de Europa, sin mínima huella de carbono y gracias a una tecnología de vanguardia".
Desde la adquisición a Parter Capital de las fábricas de Alu Ibérica de Avilés y La Coruña, Grupo Industrial Riesgo asegura haber adoptado "numerosas medidas e inversiones que estaban retrasadas, como la incorporación de profesionales especializados y cualificados que ayudarán en el proceso de reconversión industrial". En este sentido, se dice haber creado "un departamento comercial para ambas plantas, promoviendo la venta de pasta electrometalúrgica de aluminio como producto complementario". Además, se ha invertido "en procesos, maquinaria y programas informáticos de mantenimiento ligados a la producción de aluminio de las instalaciones, así como en programas informáticos de mantenimiento ligados a la producción de aluminio de las plantas para adaptarlas a las nuevas tecnologías". Por último, la compañía afirma haber implementado "un nuevo concepto: 'dos plantas, una compañía', para alinear el trabajo de Avilés y La Coruña y crear sinergias potentes".
Los responsables de Grupo Industrial Riesgo acaban pidiendo un margen de confianza: "Somos industriales; hemos diseñado y analizado durante muchos meses cada detalle de este proyecto, tenemos una hoja de ruta y contamos con los mejores y más experimentados equipos profesionales para llevarla a cabo. Esto no ha hecho nada más que empezar y queda mucho camino por recorrer. Pero debemos estar todos en el mismo barco y trabajar de manera conjunta".
El Principado desconfía
El Principado desconfíaPocas horas antes de que Grupo Riesgo apelase a la "unidad", la directora general de Industria del Principado, Rosana Prada, manifestó que la Administración regional tiene "poca, por no decir ninguna, confianza" en los nuevos dueños de Alu Ibérica. Fue al término de una reunión telemática con miembros del comité de fábrica de Alu Ibérica Avilés en la que éstos reclamaron al Principado que medie para que el Ministerio de Industria tome el control de la empresa, sanee sus sociedades y repita el proceso de venta "con las debidas garantías". Desde el Ejecutivo regional se apela a Alcoa (propietaria original) para que confirme la "no legalidad de la reventa de la compañía a Grupo Riesgo" mientras a los trabajadores se les asegura que "formamos un frente común para garantizar la viabilidad de la actividad y el empleo".
