El gobierno local se ha marcado como objetivo del año liquidar todos los asuntos pendientes que tienen que ver con las instalaciones deportivas de Balbín. Por el momento, ya han comenzado las obras para cubrir dos pistas polideportivas, con el fin de desahogar la intensa actividad del polideportivo "Jenaro Fernández Diego" de Luanco. Pero aún existen más planes. Uno de los más esperados es la renovación del césped artificial del campo de fútbol, que cuenta con una partida en el presupuesto de 270.000 euros. El Ayuntamiento confía también en hacer frente a los pagos por las expropiaciones para la construcción de la zona deportiva, un asunto que colea desde hace unos quince años y que ronda los tres millones de euros.
Por partes, la obra para cubrir dos de las cuatro pistas deportivas de Balbín comenzó hace unos días. El Ayuntamiento tenía pendiente ejecutar esa actuación en 2018 y de manera plurianual, sin embargo, una serie de desacuerdos con la primera empresa adjudicataria del concurso terminó por estancar el proceso. Una vez retomado, el Consistorio adjudicó la cubrición en 374.000 euros y confía en poder finalizar la obra antes de que finalice el año. Una vez finalizada, la siguiente fase será la renovación de los suelos, actualmente, de asfalto.
El campo de hierba sintética ha dado numerosos quebraderos de cabeza a los clubes del concejo desde su puesta en marcha en 2006. La dureza del terreno de juego ha provocado no pocas lesiones en los deportistas, de ahí que las diferentes corporaciones desde entonces se hayan marcado ese objetivo, eso sí, sin llevarlo a efecto. El alcalde, Jorge Suárez, entiende que este año será el definitivo para ejecutar la deseada obra. "Contamos con 270.000 euros en el presupuesto para renovar el suelo e instalar un sistema de drenajes. Tendremos en cuenta, a su vez, la supervisión del proyecto por la Federación asturiana de fútbol, algo que ya se debería haber hecho cuando se construyó Balbín", señaló el regidor gozoniego.
Sobre las expropiaciones de Balbín, Suárez confía en liquidar las deudas con los antiguos dueños del terreno donde se construyó el complejo deportivo. "Tras terminar de pagar el crédito que teníamos, solo faltan dos sentencias judiciales para fijar un justiprecio correspondiente a la última finca", señaló el regidor, que ve cada vez más cerca el principio del fin de las cuestiones pendientes con las instalaciones deportivas de la entrada de Luanco.
