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Grupo Industrial Riesgo oferta participaciones de Alu Ibérica e incluso una de las dos fábricas

l Los dueños de la aluminera realizan operaciones "con empresas en dudosa situación financiera" l En una semana vence el plazo de Alcoa a Parter

Instalaciones de Alu Ibérica, en Avilés. MARA VILLAMUZA

La semana que viene -el día 28- vence el plazo impuesto por Alcoa a Parter Capital Group para que notifique que tienen "intención de mantener los compromisos del acuerdo de venta", en palabras de la multinacional. Esta soga aprieta porque hay dinero, mucho, metido en un depósito notarial (cuenta "escrow") que tiene muchos novios, entre ellos el propio Grupo Industrial Riesgo que salió a escena en abril con un plan (de palabra) según el cual iban a invertir 250 millones en ocho años, un plan que no encuentra eco ni entre los trabajadores, ni entre responsables políticos, ni siquiera entre los proveedores que sirven a la aluminera.

Alcoa se había comprometido en julio de 2019 a facilitar a Parter Capital la compra de sus dos fábricas de aluminio primario. Para ello había reservado efectivo suficiente que planeaba abonar a lo largo de dos años. El último de estos plazos es el que está retenido y es el que está obligando a David Domenech, el principal ejecutivo de Grupo Industrial Riesgo, a moverse rápido para desembarazarse de la losa en la que ha convertido su paso de la distribución de productos de droguería y hostelería a la fabricación de aluminio. Estos movimientos se han materializado en la puesta a la venta de participaciones de la compañía que adquirió hace un mes apenas. La venta de estas participaciones sería de tal envergadura que Domenech podría deshacerse de una de las dos fábricas que compró este pasado mes abril a través de una operación bancaria de l que no han trascendido los detalles.

Las vueltas de esta película de aquí al próximo jueves son impredecibles. Domenech confesó el martes al comité de empresa de Avilés que había recibido "interesantes ofertas de compra desde el primer día" que no atendió porque él cree en el proyecto de hacer aluminio, que es, dijo, para lo que ha llegado a Alu Ibérica. Lo que no dijo es que perdió la confianza de uno de los cimientos de su plan de inversiones. Así que lo que queda es esperar al día 28: el depósito sirve, entre otras cosas, para pagar la nóminas de los trabajadores, pero también para hacerse cargo de impagos varios. Pero todo esto depende de Alcoa, que fue la que mandó elaborar un contrato de compraventa que ha permitido que Parter pueda vender participaciones de la empresa recién adquirida. Eso fue lo que hizo y eso es lo que explica la presencia de Grupo Industrial Riesgo en Alu Ibérica. La solución al embrollo (el contrato de compraventa) está en la mesa de los abogados.

En paralelo a todo esto se encuentra la denuncia del comité de empresa de Avilés acerca de la gestión del día a día en las fábricas. En un comunicado emitido ayer, los trabajadores recalcan: "Además, se están produciendo retrasos en los pagos a proveedores, cambio de proveedores, relación comercial con empresas en dudosa situación financiera, incomprensibles planes de producción, que achacan a ajustes de gestión". Alu Ibérica paró el domingo de producir porque no había pagado un aleante que le llegó el lunes. También hay servicios de proveedores en situaciones económicas adversas.

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