Alguna que otra lágrima a la entrada pero muchas sonrisas a la salida. Los bebés de la Escuela de Educación Infantil de Las Vegas se reencontraron ayer con sus amigos y profesores, seis meses después de haber tenido que abandonar el centro escolar por el covid-19. Ayer, acudieron los "veteranos" y el lunes acudirán también los nuevos. En total, unos 70 alumnos de cuatro meses a tres años.
"Mi hija Raquel, de 2 años, ya vino el año pasado y hoy empezó encantada, sólo se asustó un poco cuando le tomaron la temperatura con ese aparato que tiene forma de pistola, pero nada más", señaló Llara Sánchez. "Está bien que venga al cole, nosotros la llevamos al parque y creo que tiene más peligro que la escuelina", señaló. Sánchez detalló que a los niños los dejan a la puerta con la profesora, les quitan los zapatos y les ponen las zapatillas que los padres llevaron de casa y que se quedan en la escuela. "Luego se lavan las manos y van al aula. Es un aula burbuja en la que cuando empiece el comedor, comerán en el mismo aula", abundó la progenitora. Las educadoras han llamado a las familias por teléfono para explicar las medidas y la semana próxima recbirán más información.
Yesica Soto Ponce acudió a la escuelina a recoger a su hijo Joel Menéndez, de 2 años. "Está bien que empiecen al colegio porque a los niños les viene bien para relacionarse entre ellos, pero siempre te da un poco de miedo con lo que estamos pasando", subrayó.
Maite del Río también tiene un poco de "reparo" por su nieta Nagore, de un año. "El riesgo siempre está ahí, hay que vigilar porque los niños son difíciles de controlar", apuntó.
Todas las educadoras ya han realizado la prueba PCR y se han aplicado todos los protocolos de seguridad, explicó, por su parte, el alcalde, Iván Fernández. "No obstante, vamos a hacer un seguimiento continuo del funcionamiento del centro para que todos estén seguros", agregó.
