El galeón "Andalucía", un museo flotante que replica un barco español del siglo XVII, amarró ayer en el muelle del Niemeyer, donde pasará dos semanas anclado para disfrute de los amantes de la náutica y la historia. El navío se podrá visitar a partir de mañana y hasta el 27 de septiembre, cuando está previsto que ponga rumbo al puerto de Ferrol.

El "Andalucía" surcó la ría en torno a las diez de la mañana, procedente de Santander. Es la primera vez que atraca en el Puerto de Avilés, pero los asturianos ya pudieron embarcar en este galeón de seis cubiertas diseñado por Ignacio Fernández Vial hace un par de años en El Musel. En aquella ocasión, una comitiva de la asociación de vecinos "Pedro Menéndez" de Avilés, vestida con trajes de época, organizó una recreación de la llegada del Adelantado a Asturias para empezar el reclutamiento de marinos con los que viajar rumbo a América para conquistar San Agustín de La Florida.

El "Andalucía" es la réplica del barco empleado por los españoles entre los siglos XVI y XVIII en las expediciones marítimas de descubrimiento y el comercio interoceánico entre España, América y Filipinas de las flotas de Indias. Los galeones, mercantes armados, atravesaron durante siglos el Atlántico, navegaron por el Caribe y costas americanas y cubrieron la ruta del Pacífico. Fueron los barcos que establecieron las relaciones comerciales y culturales entre España, América y Filipinas y componían las llamadas flotas de la Carrera de Indias, la ruta más larga en duración y recorrido de la historia de la navegación.

El "Andalucía" es la réplica de uno de esos galeones. Tres años de investigación fueron necesarios para construir este pabellón flotante que empezó a navegar en febrero de 2010. El barco pesa 500 toneladas, tiene 49 metros de eslora y diez de manga, arbola cuatro palos y seis velas que suman casi mil metros cuadrados de superficie. Si velocidad media es de siete nudos. Cuenta con seis cubiertas y tiene capacidad para recibir 5.000 visitas al día.

El galeón pasó el verano en Santander, primer puerto que visitó tras el estado de alarma por la pandemia de coronavirus. En la capital cántabra retomó su actividad como museo flotante de la historia marítima y abrió al público con estrictas medidas de control. Ahora llega a Avilés gracias a una colaboración entre el Ayuntamiento, la Autoridad Portuaria y la Fundación Nao Victoria.

Ahora se podrá visitar en horario de 10.00 a 20.30. La visita incluye un recorrido a pie autoguiado y exhibiciones interactivas, vídeos, proyecciones y documentos históricos. Las entradas se pueden adquirir en el barco o en la web www.velacuadra.es/tickets. Cuestan entre tres euros (niños de entre cinco y diez años) y seis (adultos). Los menores de cinco años pueden entrar gratis y también se oferta un bono familiar de quince euros.

Las medidas de seguridad e higiene son estrictas. A parte de las tareas de limpieza y desinfección del barco que se realizan cada día de apertura al público, es obligatorio el uso de mascarillas, hay varios puntos de geles hidroalcohólicos a lo largo del recorrido (en el que hay que mantener la distancia de seguridad entre unidades familiares) y la organización recomienda adquirir la entrada online o el pago por tarjeta.