La comunidad escolar del colegio Sagrada Familia de Las Vegas (Corvera) sentía que tenía una deuda pendiente con el alumnado que finalizó el curso pasado su etapa en el centro, niños y niñas de último curso de Infantil a quienes el covid-19 trastocó los planes educativos allá por marzo. "Un buen día se fueron para casa y no volvieron al cole; no pudieron ni despedirse de sus compañeros, sufrieron de lleno los trastornos que ha causado el coronavirus en los planes educativos y ni siquiera disfrutaron de la habitual fiesta de graduación", explica la directora del colegio, Marisa Fernández.
O sea que había que hacer "algo". Y ese "algo" ocurrió ayer: una fiesta fin de curso adaptada al protocolo sanitario anticovid, con mucho gel hidroalcohólico y distancias de seguridad. Por cuestiones de espacio el acto se trasladó del colegio al centro cultural El Llar, cedido para la ocasión por el Ayuntamiento de Corvera.
Los niños que debido a la epidemia vírica finalizaron de forma abrupta su etapa en la Sagrada Familia recibieron libros de fotos personalizados que siempre les recordarán su paso por el centro, hubo un homenaje a la profesora Belén Gómez, agasajada con un vídeo dedicado, y hasta música gracias al talento de una madre que se animó a cantar.
La directora tuvo palabras de aliento para todos: "Educar es un acto de valor y optimismo porque se basa en la convicción de que es posible y necesario hacernos mejores, llegar a ser íntegra y plenamente humanos. Os ha tocado vivir una experiencia que jamás ninguno hubiésemos imaginado: terminar vuestra etapa de Educación Infantil y despediros sin poder ni siquiera abrazaros. Sin embargo, nada ha impedido hoy que nuestros corazones estén gozosos y podamos estar aquí compartiendo con todos vosotros este momento para deciros que os queremos, que estamos muy orgullosas de vosotros y que habéis dejado huella en nuestros corazones".
