La celebración el pasado viernes del 37.º cumpleaños de su entrenador, Abraham Albarrán, trae de cabeza a los responsables del Real Avilés, pues el equipo ha sido requerido por la Policía Local para que identifique a todos los que participaron en el ágape organizado en dependencias del estadio Román Suárez Puerta y al que acudió una veintena de personas entre jugadores, técnicos y trabajadores de la casa.
El motivo del requerimiento para la identificación de los asistentes a la presunta fiesta de cumpleaños de Albarrán es la sospecha de que con la excusa de felicitar al entrenador del equipo por su cumpleaños y compartir unos canapés se vulneraron las normas anticovid, que limitan el número de personas que se pueden reunir en espacios públicos o privados y aconsejan evitar “en la medida de lo posible” la interacción social. Si bien es cierto que la normativa autoriza el uso de recintos deportivos, no lo es menos que ese permiso se ciñe tan solo a la práctica deportiva.
La Policía Local tuvo conocimiento de la reunión que ahora investiga por la difusión de una fotografía de la misma que primero se publicó en la página de Facebook del Real Avilés y al día siguiente en un medio de comunicación local. Tal fotografía ya ha sido eliminada de la citada red social, donde no obstante hay un vídeo de Abraham Albarrán agradeciendo las numerosas muestras de cariño que le llegaron de los aficionados con motivo de su cumpleaños.
Este periódico trató de recabar la opinión de Albarrán sobre lo ocurrido el viernes, pero el entrenador optó por guardar silencio. Sí que habló Diego Baeza, el nuevo propietario del Real Avilés: “Según todas las personas del club consultadas, no hubo tal celebración, simplemente una vez terminado el trámite de los test covid, el míster tuvo un detalle con los jugadores”. Otras fuentes del club aseguran que en absoluto hubo una fiesta y que ni siquiera los canapés se comieron dentro del estadio: “Los que cogimos algunos los comimos de camino a casa”.
